12.12.2017 / Comercio internacional

Cancillería busca cerrar un acuerdo comercial con la Unión Europea sobre el cierre de la cumbre

A contrareloj se le entregará un documento formal a la comisionada de la Unión Europea para cerrar un acuerdo que el Presidente pueda anunciar antes de que terminen las reuniones en Buenos Aires de la Organización Mundial de Comercio. Susana Malcorra que oficia en la parte organizativa declaró que por ahora "el vaso está casi vacío".




La cumbre de la Organización Mundial de Comercio en Buenos Aires por ahora solo trajo aparejado un caos de transito y el desorden en la rutina cotidiana de las miles y miles de personas que se desplazan al centro de la Ciudad para realizar sus labores diarias. Es que según precisó la propia Susana Malcorra que actúa en la parte organizativa "el vaso está casi vacío".

Por otro lado las negociaciones entre los representantes del Mercosur y la UE parecen quedar estancadas por eso sobre el final y a contrareloj la Cancillería argentina presentará ante la Comisaria de Comercio de la Unión Europea, Cecilia Malmström, una propuesta definitiva.

El Gobierno busca que el entendimiento sea anunciado por el presidente Mauricio Macri antes de que terminen las reuniones que se realizan en Buenos Aires por la Cumbre de la Organización Mundial del Comercio (OMC). Si se llegara a demorar el visto bueno europeo, la confirmación pública llegaría el 21 de diciembre, en Brasilia, con el protagonismo de Michel Temer durante el próximo encuentro del Mercosur.

El paper, de 15 páginas y escrito en inglés, establece una idea central: el ingreso de determinados productos será gradual en virtud de la coyuntura económica de cada nación. El objetivo es que el entendimiento no se transforme en un arma que pulverice la actividad local y los empleos en los sectores más débiles de cada país.

Con Europa debatiendo en su interior la salida del sistema global que representa la Unión Europea existen ciertos resquemores a que este tratado de libre comercio con el Mercosur genere algun desfasaje y repercuta negativamente en las economías de los países europeos. Emmanuel Macron, presidente de Francia, es uno de los que se opone firmemente a esto tal como se lo había dejado en claro a Macri durante los últimos encuentros en Nueva York.