05.01.2018 / Cambiemos

A 48 horas de decir que no quiere "seguir tomando deuda", Macri colocó bonos por USD9 mil millones por hasta 30 años

Sólo dos días después del break en sus vacaciones para sostener que no quiere "obligar a hijos y nietos a pagarla", el Presidente autorizó la emisión de deuda externa por USD1750 millones a 5 años, otros 4250 millones a 10 años y 3000 millones a 30 años, cuando su hija menor, Antonia, tenga 36 años. Los detalles.



“No queremos seguir tomando deuda y obligar a nuestros hijos y nietos a pagarla”, dijo el presidente Mauricio Macri, compungido, en un discurso que brindó en un break de sus vacaciones en el sur argentino. Sin embargo, 48 horas después parece haberse arrepentido, ya que forzó, por ejemplo, hasta a su propia hija menor, Antonia, a seguir pagando deuda hasta que tenga 36 años en 2048

Es que sólo dos días después de esas insólitas palabras por parte de un mandatario que según medios extranjeros elevó un 35% el pasivo internacional de la Argentina, el Ministerio de Finanzas que encabeza Luis Caputo emitió deuda externa por un total de USD9000 millones de dólares. Además, ese abultado monto podría haber sido mayor ya que los cuatro bancos extranjeros que coordinaron la operación –Citigroup, Deutsche Bank, HSBC, Santander y BBVA– recibieron órdenes de compra por una suma cercana a los USD21.400 millones. 

La primera mano que metió Macri en los mercados internacionales en 2018 se distribuyó en tres tramos: 1750 millones a 5 años, otros 4250 millones a 10 años y 3000 millones a 30 años. Estos últimos bonos a tres décadas tienen un cupón de 6,875% anual y, como se vendieron por debajo de su valor nominal, el rendimiento asciende a 6,95%.

“Estamos muy satisfechos con esta nueva emisión, ya que logramos, una vez más, bajar significativamente nuestro costo de financiamiento con las tasas más bajas de nuestra historia. Esto demuestra que los inversores ven con mayor entusiasmo y confianza la situación económica y política del país”, festejó Caputo.

Los bonos que vencerán en 2023 ofrecen un cupón de 4,625% y se vendieron a la par de valor nominal por lo que el rendimiento es idéntico al interés. Los títulos que se amortizan en 2028, por su parte, cuentan con un cupón del 5,865% pero las ofertas se realizaron por debajo de su valor y el rendimiento asciende a 6%. 

La rentabilidad ofrecida por esos papeles es 48 por ciento superior a la reconocida por México el miércoles durante la emisión de un bono con el mismo plazo. 

Quienes se quedaron con los títulos fueron alrededor de 450 inversores ubicados en su mayoría en Estados Unidos, Europa y Asia. Justamente, la gran demanda de títulos argentinos que alimenta el nuevo ciclo de endeudamiento reside en el atractivo rendimiento, que de todas formas se encuentra entre los más elevados del mundo emergente.

“Este financiamiento cubre aproximadamente una tercera parte de las necesidades de financiamiento del 2018 y más del 50 por ciento de las inversiones en infraestructura contempladas en el presupuesto de este año”, sostuvo Caputo, que este año prevee emitir una suma equivalente a USD30.000 millones.

A contramano de los dichos del ministro macrista, la abultada deuda externa asumida por Argentina a partir del recambio presidencial se destinó a financiar los desequilibrios en la cuenta corriente y la cuenta de capital. Durante los primeros dos años del gobierno PRO el grueso de los dólares obtenidos por el endeudamiento no se utilizaron para el desarrollo económico sino para hacer frente al pago de importaciones, la remisión de utilidades y dividendos de las firmas extranjeras, el financiamiento de los viajes al exterior, la cancelación de los vencimientos de deuda y el abastecimiento de la fuga de capitales.