Tras negarse a restablecer el diálogo por casi tres meses,
la presión judicial y el temor a un nuevo paro después de las vacaciones de invierno le torcieron el brazo a María Eugenia Vidal ya que el gobierno bonaerense tuvo que convocar a los docentes a una reunión para discutir las postergadas paritarias de este año.
El encuentro será el
lunes 23 de julio a las 15 en el Ministerio de Economía, en La Plata. La convocatoria llegó después del fallo de la Justicia que ordenaba a la administración bonaerense reactivar la paritaria docente en un plazo máximo de cinco días.
Más allá de la convocatoria, en la administración bonaerense apelaron el fallo del Tribunal N°1 de La Plata que los instaba a restablecer negociaciones con el frente gremial. En caso de incumplimiento, dice el fallo, se dictarían sanciones económicas.
Vidal finalmente llamó a los maestros para inventar evitar desactivar el paro que el Frente de Unidad Docente bonaerense (FUDB) podría lanzar para después de las vacaciones de invierno, que comienzan este lunes.
El FUDB -compuesto por los sindicatos SUTEBA, FEB, UDOCBA, AMET y SADOP- realizó hoy plenarios de secretarios generales. A las 18, en conjunto, darán una conferencia de prensa. Allí anunciarán que, en caso de no llegar a un acuerdo, realizarán una huelga una vez que termine el receso invernal. La posible medida de fuerza para el 30 de julio se podría extender incluso por 72 horas.
La última oferta que hizo Vidal fue hace 84 días, el 20 de abril. Constaba de un aumento del 10% hasta junio (un 5% retroactivo a enero, 3% más en abril y 2% en junio y un reconocimiento por presentismo 2018 de hasta $3000 por docente) y fue rechazada por insuficiente, ante un contexto inflacionario que, actualmente, se proyecta en un 30% para todo el año. Debido a la falta de acuerdo, la Provincia pagó a los docentes aumentos a cuenta, mientras que desde que comenzó la negociación, los docentes solamente realizaron 10 paros.
El conflicto es uno de los más largos que se recuerde en la Provincia de Buenos Aires. En 2017, tras 17 días de paro, se cerró la paritaria el 4 de julio. En esa oportunidad hubo un elemento que ahora Vidal niega, clara huella de que se trata de una negociación a la baja: la cláusula gatillo que, pese a ser mirada con desconfianza en un principio, hoy es una de las exigencias de los gremios.
