09.01.2023 / América Latina

Intento de golpe en Brasil: Lula recibió el apoyo los tres poderes y llaman a "defender la democracia"

El presidente de Brasil y los jefes de los poderes Legislativo y Judicial llamaron a "defender la democracia" de manera pacífica. Antes, la policía del Distrito Federal de Brasilia desmontó el campamento que bolsonaristas frente al cuartel general del Ejército. Hubo 1200 detenidos.




El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula Da Silva, publicó un documento que lleva las firmas de los presidentes del TSF y las dos cámaras del Congreso en el cual repudian el accionar de los seguidores de Jair Bolsonaro, quien huyó del país sudamericano dos días antes de la ceremonia de traspaso de mando, quien atacaron y tomaron las instalaciones gubernamentales durante este fin de semana como intento de golpe de Estado.

El documento lleva la firma del propio Lula, el titular de la cámara de Diputados, Arthur Lira; del Senado, Veneziano Vital Do Rego; y el TSF, Rosa Weber. Allí repudian el accionar de los "terroristas, criminales y golpistas" que asaltaron los tres poderes de la república este domingo.

"Estamos unidos para que las medidas institucionales sean tomadas en los términos de la ley brasileña", reza el documento. Sucede luego de que las autoridades policiales de Brasil terminara este lunes de levantar definitivamente el último reducto del campamento levantado hace poco más de dos meses por los seguidores de Bolsonaro a la puertas del cuartel general del Ejército en Brasilia, con la última detención de 1.200 insurrectos.



Agentes de la Policía Militar de Brasilia y de la Fuerza Nacional de Seguridad llegaron al lugar a las 7 (hora local) de este lunes para advertir a los últimos que persistían en permanecer en el campamento donde se gestó el intento de golpe de Estado, con el asalto al palacio de Planalto, el Congreso y la sede del Tribunal Superior Federal (TSF) de que disponían de una hora para dejar el lugar.

Lula da Silva comenzó este lunes con una serie de encuentros de alto nivel en su despacho, el único lugar que se salvó de la depredación realizada el domingo por bolsonaristas radicales que intentaron derrocarlo.

Lo hizo desde allí para mostrar que los actos violentos de los radicales de la ultraderecha no paralizarán a las instituciones. El ministro de Comunicación Social, Paulo Pimenta, sostuvo que el mandatario optó por despachar en Planalto "para mostrar que el Gobierno está funcionando en absoluta normalidad".

"No vamos a permitir que un grupo minoritario de terroristas, criminales, que desprecian a la democracia y a Brasil, hagan lo que están haciendo, y con eso logren el objetivo de paralizar el funcionamiento de las instituciones", señaló Pimenta.