Parece que los millones de dólares y los puestos de trabajo que el presidente
Mauricio Macri llevó a los Estados Unidos de
Donald Trump a través del empresario
Paolo Rocca no cayeron tan bien en la Argentina. Es que tras su gira proselitista en el país del norte, el mandatario fue a un
centro de jubilados y recorrió el
Almirante Irízar para expresar su "alegría", pero en la actividad con los abuelos
se escuchó un grito acerca de que los argentinos están "peor que antes", mientras que en el rompehielos un grupo de operarios le reclamó que "traiga" trabajo.
"No hay trabajo, Macri", le espetaron al jefe de Estado durante su visita a la nave recuperada tras el incendio que lo inutilizó en 2007, en una actividad en la que estuvo acompañado por el ministro de Defensa,
Julio Martínez, y autoridades militares.
El líder PRO ratificó el "compromiso con el Programa Antártico" del Gobierno, al señalar que la reincorporación al servicio activo de la nave "representa mucho" porque demuestra "la capacidad de trabajo" en conjunto de los argentinos.
Antes, Macri había estado en un encuentro con jubilados en un centro de actividades en el Gran Buenos Aires Macri, donde anunció que un millón de jubilados ya accedieron al programa de reparación histórica y evaluó su gira por los Estados Unidos.
"Estados Unidos quiere ayudar a los argentinos", opinó Macri, poco antes de que se oyeran la negativa comparación para Cambiemos que los abuelos hicieron entre la actual gestión y la administración kirchnerista.
Sin embargo, el mandatario insistió con su visita a los Estados Unidos, y les dijo a los jubilados:
"Les hablé de ustedes". Según aseguró, “en todos lados" recibió "muestras de afecto por la Argentina".
"Ellos entienden que no es fácil, dar la vuelta hacia el camino acuerdo, hacia un país más justo, en donde nos digamos la verdad”, agregó Macri en el cierre de la accidentada actividad.