Mauricio Macri avanza en su ambición por flexibilizar las condiciones de trabajo y, al no tener banca en el Congreso para aprobar una reforma laboral, busca cerrar acuerdos sector por sector. En este contexto, sentó a su cuñado en una mesa para negociar con el rubro textil.
Daniel Awada, hermano de la primera dama Juliana, no tiene ningún cargo formal pero es dueño de Cheeky. Se trata de la marca de ropa para niños que tiene varias denuncias por presunto trabajo esclavo en sus talleres.
Además,
recientemente enfrentó una causa judicial por importación de prendas de vestir mediante firmas apócrifas.
En los encuentros de los que participa Awada, según reveló Ámbito,
se intenta reemplazar las indemnizaciones formales por la creación de un “fondo de cese laboral”; permitir a los empresarios incidir sobre las vacaciones del personal en función de las necesidades y estacionalidad del proceso productivo; facultar al fraccionamiento del aguinaldo en hasta tres cuotas, y habilitar la creación de un banco de horas con jornadas laborales de hasta doce horas.
En la última renunión en el que estuvieron presentes el Presidente de la Nación, su cuñado y el secretario de Trabajo, Lucas Fernández Aparicio, también participaron la Federación de Industrias Textiles Argentinas (FITA), la Cámara Industrial Argentina de la Indumentaria (CIAI) y la Fundación Protejer, junto con la Asociación Obrera Textil (AOT), el Sindicato de Empleados Textiles (Setia), el gremio del vestido (Soiva) y la Unión de Cortadores de la Indumentaria (UCI).