Con errores de ortografía, Nik volvió a victimizarse pero en redes le desnudaron el negocio

El historietista de reconocida postura antiperonista Cristian Dzwonik, más conocido como Nik, insiste en hacer política con su más famosa creación, Gaturro, pese a que es un personaje a través del que se dirige a los niños.

En este caso, Nik anunció hoy a través de sus redes sociales que ya está a la venta el libro 37 de Gaturro y, como campaña de marketing de la publicación, decidió retomar la idea de la victimización por el cruce que había protagonizado con Aníbal Fernández (aún tiene fijado un tuit sobre ello): asegura que como lo "amenazaron" con sus "hijas" hace "seis meses" dejó de dibujar a Gaturro, pero que a pedido de las "mamás" y los "chicos" retomó la tarea.

"Hace 6 meses me amenazaron con mis hijas, me asusté y dejé de dibujar a Gaturro. La historieta llegó a su fin. Pero cientos de cartas de chicos, mamás, maestras me hicieron llegar toneladas de ❤️.Triunfó el amor por la lectura. Perdió el miedo. Ganaron los chicos. Volvió Gaturro", escribió Dzwonik en un primer tuit, acompañando una placa con seis recuadros de historieta. 



Decenas de usuarios, en primer lugar, no le dejaron pasar dos detalles de los textos que integran la placa. En primer lugar, en el recuadro superior de la izquierda, Nik escribió "Había una vez un dibujante que lo amenazaron con sus hijas...", dejando ver una notoria dificultad para la conjugación verbal. 

Además, en el recuadro central de la izquierda, según Nik le llegaron cartas de chicos en la que le expresaron que "estaban tristes" y que "estrañaban a Gaturro". Los usuarios también le hicieron notar el error ortográfico. 

Luego, Nik insistió con la campaña a través de otras dos publicaciones. En una, pese a su impericia gramatical, el dibujante sostiene que "querían a los niños lejos de los libros porque un pueblo inculto se domina más fácil".



Con lo que no contaba Nik es con el dato que un usuario de Twitter aportó en uno de los comentarios del primer tuit del dibujante: parece difícil haber publicado un libro con historietas con nuevos dibujos (asegura haber vuelto a realizarlos a pedido de los "chicos") si hace sólo seis meses dejó de hacerlo.

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