María Eugenia Vidal sabe que al no haber podido lograr su objetivo de desoblar las elecciones bonaerenses de las nacionales, su estrategia está estrictamente ligada a los movimientos nacionales que haga Mauricio Macri. De esta forma también ordenó al séquito radical de la legislatura provincial que avance con la eliminación de las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias.
La iniciativa impulsada por los senadores radicales Marcelo Dileo, Flavia Delmonte y Alejandro Celillo propone eliminar las primarias en aquellos casos en los que
no haya competencia interna dentro de un mismo espacio, según se trate de un municipio, sección, o de la instancia provincial.
La modificación al artículo 1 de la Ley 14.086, que regula las primarias en el territorio bonaerense, propone que
"en el caso en el que todos los partidos políticos, agrupaciones municipales, federaciones y alianzas transitorias electorales presentaren listas únicas de candidatos para los cargos públicos electivos en disputa, en el distrito, sección o municipio electoral (conforme a la categoría de que se trate)
no se llevarán adelante las elecciones primarias para dichos cargos, quedando automáticamente proclamados candidatos para la elección general, los precandidatos de todas las listas oficializadas para el proceso correspondiente".
El argumento oficial que esbozaron los radicales es que consideran "inadmisible que el Estado tenga que gastar miles de millones de pesos para realizar solamente una gran encuesta".
Lo cierto es que mientras una enorme parte de la ciudad de La Plata continúa sin luz y la fórmula Fernández - Fernández sigue creciendo en el conurbano, Vidal quiere evitar una sorpresa en agosto donde no sea la candidata más votada.
