En proceso de reestructuración producto de la crisis, la firma SanCor cerró su planta de producción ubicada en el municipio de Lincoln al noroeste de la provincia de Buenos Aires. Allí se producía gran parte de la línea de quesos, yogures, flanes y postres, si bien planean mudar la producción a Córdoba están en riesgo las fuentes laborales de 22 trabajadores.
SanCor había firmado un acuerdo de comodato con ARSA (Alimentos Refrigerados, perteneciente a la firma Vicentin), y
mantenía en esta planta la producción de Mendicrim en la que contaba con un plantel de 22 personas. El plan de la compañía ahora es mudar toda la producción de este producto a la provincia de Córdoba y desprenderse de todo el personal.
La empresa atraviesa una durísima situación financiera desde hace varios meses y por ahora no encuentra un acuerdo con los gremios por lo que se prevé una nueva reunión el 12 de septiembre con las autoridades de la Secretaría de Trabajo.
La industria láctea no está mostrando buenos márgenes de rentabilidad en la actualidad, con el agravamente además de que el mercado interno no logra repuntar e incluso enfrenta una fuerte caída de las ventas.
Según informó Ámbito Financiero, la empresa solo tiene bajo su órbita a seis plantas ubicadas en Sunchales, La Carlota, Gálvez, San Guillermo, Balnearia y Devoto.
Además, en los últimos años la cooperativa láctea se fue desprendiendo de sus joyas más preciadas para poder sobrevivir.
La planta de Centeno pasó a manos de La Tarantella. En tanto que Brinkmann fue vendida a Alaisa. Charlone pasó a San Gotardo. Coronel Moldes fue cedida a la Cooperativa de tamberos de Huanchilla. Porteña pasó a Arla y Adecoagro se quedará con las plantas ubicadas en las localidades de Chivilcoy y Morteros.
