Intendentes de la Tercera Sección Electoral de la provincia de Buenos Aires se reunieron por medio de una videoconferencia para hacer un seguimiento coordinado del avance de la pandemia de COVID-19. También participaron de la reunión el gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, y el diputado nacional, Máximo Kirchner, para analizar el brote de casos en el barrio popular de Villa Azul, entre Quilmes y Avellaneda. Denunciaron que lo que pasa en Provincia “no es independiente de la decisión de la Ciudad de abrir nuevos comercios y actividades unilateralmente”.
Aseguraron que estamos entrando en la etapa más difícil dado que el impacto de la pandemia se está haciendo sentir más fuertemente en términos de contagios en el AMBA. Una etapa que, según afirmaron los intendentes e intendentas, “requiere que estemos más unidos y seamos más responsables que nunca”.
Remarcaron además que “existen grandes diferencias presupuestarias entre la Ciudad de Buenos Aires y los distritos del conurbano, lo cual implica también diferentes capacidades a la hora de implementar políticas públicas en este contexto”.
A su vez, indicaron que “a la diferencia en términos de presupuesto se suma otra que también es muy peligrosa: la diferencia en el tratamiento mediático, reflejada en la cobertura del aumento de contagios en los distritos del conurbano con respecto a la cobertura del distrito que más casos registra actualmente, la Ciudad de Buenos Aires”. El especial énfasis puesto por los principales medios nacionales en la situación de los distritos del conurbano, manifestaron los intendentes e intendentas, no deja de llamarles la atención.
Por último, denunciaron que los hechos que están empezando a suceder en los barrios de todo el AMBA, y que pueden replicarse en más barrios todavía, no son independientes de la decisión de la Ciudad de abrir nuevos comercios y actividades unilateralmente.
Al respecto, recordaron que ya habían advertido sobre el enorme peligro que representaba para todo el AMBA esta decisión de la Ciudad de Buenos Aires. Esto se debe a que gran parte de los trabajadores de los comercios recientemente habilitados en la Ciudad viven en el conurbano, y que por lo tanto aumentar la circulación de personas entre estas dos regiones era una bomba de tiempo cuyos efectos están recién empezando a observarse.
