El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, no va a ir a la cumbre del cambio climático COP26, que se desarrollará en Glasgow, Escocia. Las razones se deben a que sus colaboradores presumen "todo el mundo iba a tirarle piedras". De hecho, su propio vicepresidente, Hamilton Mourao, así lo advirtió en un intento por victimizar al mandatario.
Es que Bolsonaro es centro de todo tipo de cuestionamientos por parte de ambientalistas ya que pondera el rédito económico por sobre el cuidado del medio ambiente.
"El presidente sufre una serie de críticas ambientales. Entonces iría a un lugar donde todo el mundo va tirarle pierdas. Igualmente, hay un equipo robusto que llevará adelante la negociación", dijo el segundo del Ejecutivo brasileño.
Hay que remarcar que Bolsonaro si viajó a Roma donde se desarrollará la cumbre del G-20. Después, visitará el norte de Italia para estar en la tierra de sus antepasados y el cementerio de soldados brasileños caídos durante el apoyo a los aliados en la Segunda Guerra Mundial.
