El Gobierno rechazará los pedidos de aumentos de hasta el 300% que presentaron Edenor y Edesur en la Audiencia Pública de adecuación de tarifas el 30 de noviembre pasado.
Específicamente, frente a los análisis técnicos de las proyecciones económico-financieras para 2022 y este año,
Edenor hizo un pedido de hasta 295%, mientras que el de Edesur fue de hasta 224%.
Además señalan que en los últimos 4 años Edenor recibió aumentos del 31% que en comparación a otros costos “refleja claramente el retraso en la actualización de los ingresos durante los últimos cuatro años”.
Según observó la empresa en la audiencia, esta situación se dio a pesar de la política anunciada por el gobierno de que las tarifas debían ir por debajo de los salarios permitiría ajustar los ingresos de Edenor hasta un 300 por ciento.
De ser así, el Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE) debería suministrarle $205.760 millones para cubrir el déficit del año 2023, de modo de que Edenor pudiera “continuar con la mejora en el servicio”.
Pero llevar esa necesidad de las empresas a las tarifas
significaría un aumento del 290% para los usuarios residenciales. La decisión de rechazar el pedido, anticiparon fuentes de Economía a Infobae, es que los pedidos de las distribuidoras son excesivos y que no habrá nuevos aumentos.
En la audiencia de noviembre, Edesur, por su parte, recalcó solo estaba en juego el impacto de la inflación y que los ingresos deben alcanzar para cubrir los costos operativos de capital e impuestos, es decir, menores subsidios energéticos permitirían ordenar las cuentas de la distribuidora, pero esto implicaria que algunos usuarios residenciales preciban un aumento de hasta 224% para algunos usuarios residenciales.
Las empresas estimaban para 2023 un “déficit al cierre” de $103.816 millones a partir de una recaudación neta de $174.095 millones que luego de compras de energía a Cammesa (la administradora mixta del sistema de electricidad mayorista) por $121.282 millones dejaba un margen bruto de $52.813 millones, del cual se iban restando costos operativos y de capital, sueldos, impuestos que la dejarían con un rojo de más de $96.000 millones, elevado a los $103.816 de “déficit al cierre” al sumar la “caja técnica” para responder a situaciones imprevistas.
El gobierno señala que Edesur se olvidó de incluir la caja esperada de inicio de año y las erogaciones para la puesta en servicio de una nueva subestación y vínculos asociados, una inversión importante, pero plurianual.
En el caso de Edenor, la previsión incluye cifras más elevadas: $244.014 millones de “recaudación neta”, $177.046 millones de compras a Cammesa, un margen bruto de $67.251 millones, del que se restan fuertes costos operativos y de capital, sueldos e impuestos para llegar a un flujo negativo de $130.744 millones que sumado a una “utilidad requerida” de $75.015 millones llega a los ya citados $205.759 millones de “déficit de cierre”.
Pero en el mismo sentido la visión del Gobierno y el analisis técnico oficial señala que Edenor también olvidó incluir la caja esperada de inicio del 2023 y la “caja técnica” al cierre.
