La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, mantuvo un encuentro en Buenos Aires con el canciller de Israel, Gideon Sa’ar, en el que ambos funcionarios insistieron en “la lucha contra el terrorismo” como eje central del vínculo bilateral. La reunión se inscribió en la agenda de visitas impulsada por el gobierno de Javier Milei, que profundizó su alineamiento internacional con Israel y Estados Unidos.
Bullrich aseguró que “Argentina e Israel comparten desafíos claros frente a las amenazas que buscan desestabilizar a nuestros países” y afirmó que su cartera va a “seguir fortaleciendo nuestra cooperación estratégica”. Sa’ar también destacó la sintonía entre ambas administraciones y sostuvo que durante el encuentro “hablamos de los desafíos de seguridad de Israel y Argentina y de las maneras de cooperar”.
El canciller israelí aprovechó su visita para volver a presionar por la designación de la Guardia Revolucionaria de Irán como organización terrorista. “Detallé la promoción del terrorismo por parte de la Guardia Revolucionaria de Irán en Oriente Medio y otros lugares, y la necesidad de designarla como organización terrorista. La ministra siempre ha apoyado a Israel y a la libertad, y lo valoramos”, señaló Sa’ar.
La reunión se produjo un día después de que Milei recibiera al canciller en Casa Rosada, en un gesto que buscó reforzar el vínculo político y diplomático con el gobierno de Benjamín Netanyahu. La visita de Sa’ar generó además expectativas renovadas frente al traslado de la embajada argentina desde Tel Aviv a Jerusalén, una decisión que el propio Milei anunció para el año próximo y que implicaría un cambio histórico en la política exterior del país.
El alineamiento con Israel y Estados Unidos ya se convirtió en un sello distintivo de la gestión libertaria y marcó una ruptura respecto de las posiciones tradicionales de la diplomacia argentina, especialmente en materia de derechos humanos y soberanía. La reunión entre Bullrich y Sa’ar volvió a dejar en evidencia ese viraje.