El arzobispo porteño y cardenal primado de la Argentina Mario Poli advirtió que "es el momento de ir a un gran pacto nacional con mirada amplia y generosa, que no sea coyuntural ni funcional", durante la homilía tradicional que brindó en la Catedral de la Ciudad de Buenos Aires a propósito de los 209 años de la Revolución de Mayo, con la presencia del presidente Mauricio Macri.
Poli destacó en su discurso la "larga experiencia" política del país señaló que su "mayor logro fue recuperar la democracia", tras lo cual afirmó que "la alternancia en el poder ha sido una nota distintiva, aunque permanecen en el tiempo cuestiones de Estado sin resolver".
"¿No será el momento de ir a un gran pacto nacional con mirada amplia y generosa, que no sea funcional ni cyuntural, dejando de lado mezquinos intereses sectoriales? Se trata de una propuesta superadora de todo partidismo y fracción, con la conciencia de que la unidad prevalece sobre el conflicto", pronunció el arzobispo.
Ante la mirada de Macri, el jefe de Gabinete, Marcos Peña, y la primera línea del Gobierno nacional, el prelado remarcó el pedido de "un gran pacto de honor capaz de una dirigencia que transmita esperanza objetiva en nuestro pueblo, jerarquizando la política".
"Nuestra sociedad no está hecha para la división y no se acostumbra a vivir en la confrontación, sino que aspira a una convivencia en paz, en justicia, con educación y trabajo y quiere recuperar la alegría de sentirse en su tierra", agregó Poli.
En su discurso hubo referencias al año electoral. Con tono crítico, el cardenal sostuvo que parte de los "códigos" de "la vida republicana que nos ordena" son el funcionamiento de "una logístia comunicacional y una propaganda que invade la vida cotidiana y hasta la misma paz de los hogares".
En el mismo sentido, dijo que "se habla de estrategias", que "aparecen empresas que miden inteciones de votos, otras que comunican con subjetividades denostando a hombres y mujeres y sembrando dudas sobre los cargos a los que aspiran" y finalmente, citando al obispo Enrique Angelelli, dijo que "el ciudadano de a pie no resigna su derecho a votar".
El Gobierno dispuso para la ceremonia un fuerte operativo de seguridad en los alrededores a la Plaza de Mayo, que estuvo desierta y rodeada por vallas y numerosa presencia policial. En ese contexto, el Presidente se trasladó a pie desde la Casa Rosada hasta la Catedral.
Macri llegó poco antes de las 10:00 acompañado por todo el Gabinete, el presidente de la Corte Suprema de Justicia, Carlos Rosenkrantz, y la primera dama, Juliana Awada. También asistieron el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, su vice, Diego Santilli, y funcionarios del gobierno de la Ciudad. Posteriormente participaron del tradicional locro en el Cabildo porteño.
