Quedó cancelada la reunión entre el presidente Alberto Fernández y la madre de Lucas, el chico baleado por la policía de la Ciudad el pasado miércoles, debido al fallecimiento del joven.
El ataque policial ocurrió cuando cuatro jóvenes salían de un entrenamiento en Barracas y fueron interceptados por un vehículo, en el cual iban policías de la Ciudad de Buenos Aires de civil, tras lo cual se produjo el ataque: tres disparos dieron en el auto y el adolescente de 17 años recibió un tiro en la cabeza.
El parte médico indicaba que tenía una "condición neurológica crítica" y que le estaban realizando estudios para definir su pronóstico. El joven había sido trasladado desde el Hospital Penna, de Parque Patricios, al Hospital El Cruce, ubicado en la avenida Calchaquí 5401, de la localidad bonaerense de Florencio Varela.
Desde El Cruce informaron que el joven ingresó con "deterioro neurológico agudo secundario a herida penetrante, aparentemente causado por un proyectil de arma de fuego. Ingresa en grave estado crítico recibiendo soporte artificial de funciones vitales".
Estaba internado en el área de Admisión del paciente crítico del Hospital. "Permanece mecánicamente ventilado con apoyo hemodinámico y medidas de soporte vital", habían informado.
Según se confirmó, los tres policías de la Policía de la Ciudad que participaron del episodio fueron apartados de las tareas operativas en la fuerza y les iniciaron un sumario administrativo.
Según denunció el CELS (Centro de Estudios Legales y Sociales), el chico "tiene 17 años y está peleando por su vida. Ayer, integrantes de la Policía de la Ciudad le dispararon en la cabeza. Lucas y sus amigos iban en auto y fueron interceptados. Como los policías no estaban identificados, pensaron que se trataba de un robo. Quisieron escapar y los policías les dispararon. La familia denuncia que les plantaron un arma de juguete para encubrir el hecho.
"La intervención de brigadas sin identificación era una práctica de la vieja Policía Federal. En la zona sur de la Ciudad de Buenos Aires las fuerzas policiales parecen estar acostumbradas a disparar primero y averiguar después", afirmó en un comunicado.
