06.09.2022 / En el Congreso nacional

El polémico proyecto PRO en Diputados que profetizó "un falso ataque" contra Cristina

Milman, número dos de Patricia Bullrich, presentó dos semanas antes de intento de asesinato de CFK una iniciativa que decía que "algún vanguardista iluminado" podría ejecutar un "falso ataque para victimizarla". Lo acompañó en la firma Francisco Sánchez, quien pidió pena de muerte para la Vice.




El 18 de agosto, 13 días antes de que Fernando Sabag Montiel intentara dispararle en la cabeza a Cristina Fernández de Kirchner frente a su casa en Recoleta, un grupo de diputados de Juntos por el Cambio, específicamente del PRO, presentó un proyecto de declaración en el Congreso según el cual "algún vanguardista iluminado" podría ejecutar un "falso ataque a la figura de Cristina para victimizarla".

La iniciativa, que ingresó bajo el número de expediente 4229-D-2022, tiene por objetivo, según el diputado nacional Gerardo Milman, su firmante, el siguiente objetivo: "Pedido de informes al Poder Ejecutivo sobre diversas cuestiones relacionadas con el plan de contingencia para frenar la escalada de violencia y amenazas hacia periodistas, jueces, fiscales y actores involucrados en casos judiciales". 



Milman es el número dos de Patricia Bullrich, única dirigente de primera línea de Juntos por el Cambio que no repudió el ataque a CFK, en su construcción política interna del PRO.  Fue acompaño en la firma del proyecto, entre otros y como hizo saber Iván Schargrodsky en su newsletter de Cenital, por el diputado Fernando Sánchez, impulsor de la idea de pedir la pena de muerte para la Vicepresidenta en pleno juicio oral por Vialidad que además está relacionado -sostiene la misma fuente- "con el grupo Revolución Federal del que participaba la novia de Fernando Sabag Montiel", es decir Brenda Uliarte. 



"Con enorme preocupación vengo a plantear el presente proyecto a efectos de tomar conocimiento de las medidas preventivas, tanto políticas como de inteligencia, que el gobierno desarrolla ante la sumatoria de indicadores de violencia que se perciben como la antesala de episodios que podrían quedar en nuestra historia, me refiero a fechas dolorosas", escribió en los fundamentos del proyecto Milman. 

Habló de "marchas de protestas, o disfrazadas de apoyos a uno y a otros, depende de lo convocante" y enumeró "aquellas
protagonizadas por la adormecida CGT con o sin los moyanos, o por las camisas negras de La Cámpora, o por las agrupaciones piqueteras afines o disidentes, o por el kirchnerismo". Y agrega que encuentra como "factor común las amenazas a los culpables de siempre: los neoliberales; EEUU; el campo; los empresarios, la corte suprema; los fiscales y jueces; periodistas; políticos opositores; etc" (SIC).

"Todo esto sumado es un cóctel o un guiso que está tomando un peligroso cuerpo, hierve y fermenta, y es contenido por la gran olla de presión cuya manija siempre la tuvo el peronismo", añade, literalmente, el ex funcionario del Ministerio de Seguridad que encabezó Bullrich cuando gobernaba Mauricio Macri.

Tras mezclar la causa Vialidad con "el asesinato del Fiscal Nisman", la "desaparición Julio López" y "las maniobras fraudulentas de Milagro Salas", y podirle a las fuerzas de seguridad "estar atentas", Milman llega a dos párrafos finales, de mínima, llamativos. Dicen así: 

"No vaya a ser que algún vanguardista iluminado pretenda favorecer el clima de violencia que se está armando, con un falso ataque a la figura de Cristina, para victimizarla, sacarla de entre las cuerdas judiciales en las que se halla y no puede
salir, y recrear un nuevo 17 de octubre que la reivindique ante sus seguidores".

"Me pregunto si esa violencia se concretaría como la respuesta de las falanges kirchneristas ante la posible sentencia adversa de su líder enjuiciada. El 17 de octubre de 1945 es historia y no tiene paralelismos con la actualidad, salvo por el peronismo".

"Sin Cristina, hay peronismo. Sin peronismo, sigue habiendo Argentina"