“No hace falta aclarar que no creo en las casualidades; y hoy, una vez más, lo vuelvo a confirmar”. Con ese tuit, Cristina Fernández de Kirchner tendió un puente entre la celebración de la Virgen de Luján y la irrupción de León XIV, el papa surgido de la Orden de San Agustín. La titular del Partido Justicialista subrayó que “en el día de la Virgen de Luján, patrona de Argentina y de Río Gallegos, tenemos nuevo papa, que recordó con afecto a Francisco, nos habló en nuestra lengua, rezó por la paz y adoptó el nombre de León XIV”.
El mensaje resonó en la liturgia nacional‑popular porque evocó la encíclica Rerum Novarum:
“León XIII fue el Papa del trabajo… Padre de la doctrina social de la Iglesia, a partir de su maravillosa encíclica Rerum Novarum”, recordó la exvicepresidenta. Para el kirchnerismo, ese antecedente redescubre la alianza histórica entre fe y justicia social con la que el peronismo se identifica desde el 17 de Octubre.
La referencia a Francisco tampoco pasó inadvertida: Cristina destacó que el nuevo pontífice “recordó con afecto” al argentino Jorge Bergoglio y “nos habló en nuestra lengua”. El detalle refuerza la continuidad de un mensaje pastoral donde la opción por los pobres y el diálogo interreligioso ocupan el centro de la escena vaticana.
QUE SIGNIFICA RERUM NOVARUM
Se trata de una encíclica promulgada por León XIII el 15 de mayo de 1891, cuyo título en latín significa
“sobre las cosas nuevas”, inaugura la Doctrina Social de la Iglesia al analizar los conflictos sociales derivados de la Revolución Industrial: reconoce el derecho de los trabajadores a un salario justo, la organización sindical y condiciones laborales dignas; defiende la propiedad privada pero le asigna una función social; propone la intervención del Estado en favor del bien común sin caer ni en el laissez‑faire liberal ni en el socialismo revolucionario, y establece los principios de solidaridad y subsidiariedad que orientarán la enseñanza católica sobre justicia social.