
El personal policial reprimió a los manifestantes que formaban parte de la tradicional marcha de los jubilados al Congreso los miércoles, en el marco de un amplio operativo de seguridad que inició durante la mañana. Además, detuvieron a al menos siete personas, mientras que otras debieron ser asistidas tras sufrir heridas.
La movilización, que fue en rechazo al anunciado veto presidencial a las leyes de Movilidad y Emergencia en Discapacidad, se realizaba tranquilamente. Milei tiene plazo hasta el 4 de agosto para vetar las normas aprobadas por el Poder Legislativo. Las iniciativas contemplan un reajuste de las jubilaciones, elevando además el bono que perciben quienes cobran la mínima de $70.000 a $110.000. La ley también busca reabrir la moratoria previsional finalizada en marzo y declara la emergencia nacional en materia de discapacidad.
El oficialismo ya anticipó en varias oportunidades que analiza vetar al menos una parte del paquete legislativo. En ese caso, el Congreso tiene la facultad de insistir con la sanción original, pero para eso necesita reunir los dos tercios de los votos en ambas cámaras.
En tanto, el despliegue de tropas a cargo de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, se dio en el marco de la instalación de su candidatura a legisladora por La Libertad Avanza (LLA) en la Ciudad de Buenos Aires en los comicios de octubre. Como cada miércoles, los jubilados se movilizaron en inmediaciones del Congreso de la Nación en reclamo de mejoras en sus haberes y en medio de un importante operativo de seguridad que se desplegó en horas de la mañana y que reprimió con gas lacrimógeno a los manifestantes.
Pese a que el protocolo "anti piquete" implementado por la ministra Patricia Bullrich establece que aquellos que se manifiesten deben hacerlo sobre las veredas, los efectivos policiales avanzaron también en ese espacio para intentar que se retiren.