El presidente del Tribunal Fiscal y candidato de Javier Milei para integrar la Corte Suprema, Miguel Nathan Licht, quedó en el centro de una polémica luego de que un abogado expusiera que su reciente libro sobre interpretación jurídica contiene bibliografía inexistente, incluidas referencias atribuidas a Horacio Rosatti y Carlos Rosenkrantz que nunca fueron escritas. La discusión se encendió en redes, donde Licht terminó reconociendo que “la desprolijidad, el apuro y alguna intervención poco feliz de la IA” lo llevaron a incluir citas falsas.
El señalamiento público fue hecho por el abogado Ricardo Ramírez Calvo, quien advirtió que el libro está “lleno de artículos y libros inventados, que no conocen ni sus autores”, y calificó la situación como una “chantada”. La respuesta de Licht no desmintió el error: admitió ejemplos concretos, como un texto inexistente atribuido a Rosatti, y aseguró que dejó el libro “abierto, sin borrar nada”, atribuyendo, con humor, parte de la falla a la presbicia y a la intervención de herramientas de la Inteligencia Artificial.
El episodio no quedó sujeto a la opinión de los usuarios nada más, sino que incluyó críticas del ámbito jurídico y periodístico, puesto que Licht es uno de los nombres que el Gobierno evalúa para cubrir una vacante en la Corte. “Hoy es la comidilla de todo el mundo del Derecho”, deslizó anoche Carlos Pagni, quien repasó el escándalo y recordó la utilización de una cita falsa de Rosenkrantz.
El periodista incluso se alarmó al ver que el filósofo del derecho español Juan García Amado se involucró en la discusión, para cuestionar la falta de rigor del libro y el cúmulo de “errores e inventos”. En paralelo, el abogado Agustín Zbar sostuvo que la publicación funciona como un "instrumento de campaña" de Licht para llegar a la órgano supremo.
A pesar de todo, Licht se escuda en sus creencias y en el humor para olvidar rápido el asunto de que la información que compone su reciente obra fue extraída de la IA, sin verificar su veracidad. "El Talmud enseña que quien admite sus errores se eleva más que quien presume no tener ninguno", se amparó tras la polémica, y luego insistió con ironía: "Cuánta pasión que despierto".