La Ciudad de Buenos Aires amaneció empapelada esta semana con afiches que cuestionan duramente la relación entre el presidente Javier Milei y el expresidente estadounidense Donald Trump. Con una consigna provocadora —“Milei Lamelas bolas de Trump”— la campaña callejera expresó el rechazo a lo que diversos sectores denuncian como una nueva etapa de “relaciones carnales” con Estados Unidos.
El mensaje no surgió en el vacío. Días atrás, la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner había encendido la polémica al cargar contra el designado embajador de EE.UU. en Argentina, Nathaniel Lamelas. "Lo único que le faltó fue decir que iba a designar tribunales él mismo. Ni Monroe se animó a tanto", ironizó Cristina desde su cuenta de X, en alusión a la doctrina que marcó el intervencionismo norteamericano en América Latina.
Cabe recordar que la vicepresidenta mandato cumplido cuestionó el rol que pretende asumir el diplomático, quien declaró su intención de “vigilar a los gobernadores” y “frenar acuerdos con China”. Para CFK, se trata de un emisario enviado desde Mar-a-Lago con el objetivo de condicionar la política exterior y económica del país. "Las Fuerzas del Cielo y los tuiteros malos eran para la gilada. Los que verdaderamente mandan en la Argentina de Milei son Las Fuerzas del Norte", sentenció.
En las calles porteñas, los afiches no hacen más que amplificar un debate que se traslada de las redes a las veredas, con una consigna directa y contundente que pone en cuestión el rumbo soberano del país.