El personal del Hospital Garrahan inició este martes un paro de 48 horas que se extenderá hasta el jueves a las 7 de la mañana, en rechazo a los vetos presidenciales a la Ley de Emergencia Pediátrica y a la de Financiamiento Universitario. La medida se mantiene pese al anuncio de un incremento salarial dispuesto por las autoridades del centro de salud.
Durante las dos jornadas de huelga habrá una agenda de actividades dentro y fuera del hospital. Para este martes se prevé una conferencia de prensa, movilizaciones internas, charlas sobre derechos previsionales y un ruidazo nocturno. El miércoles se sumarán familiares de pacientes, una movilización por el barrio, un encuentro con trabajadores del Banco Nación y un nuevo ruidazo en conjunto con estudiantes universitarios bajo la consigna “Garrahan y Universidad no se vetan”.
En paralelo, el gremio denunció la existencia de $40 mil millones de recursos propios del hospital depositados en el Fondo de Inversión Pellegrini y exigió que “pasen de inmediato a la cuenta sueldo de los trabajadores”. Según la APyT, esos fondos provienen de la facturación a obras sociales y prepagas y deberían destinarse a reforzar los salarios, tal como establece la Ley SAMIC.
El paro comenzó tras el anuncio de un aumento “con fondos propios” dispuesto por la conducción del Garrahan. El personal asistencial recibirá un complemento mensual de 450 mil pesos y el resto de la planta un adicional de 350 mil pesos durante cuatro meses, una decisión que el Consejo de Administración calificó como un “hito” en la administración. El ministro de Salud, Mario Lugones, aseguró que “la plata para el personal siempre estuvo en el Hospital, pero mal distribuida”.
Desde la Asociación de Profesionales y Técnicos (APyT) anticiparon que “el 2 de octubre será un día clave” cuando el Senado trate los vetos de Javier Milei. En esa línea, llamaron a sumarse a la "masiva movilización” frente al Congreso.
Sin embargo, para la Junta Interna de ATE, el incremento es una “primera conquista salarial de la huelga” que no resuelve las demandas de fondo. “Las sumas fijas de 450 mil y 350 mil pesos por cuatro meses son indiscutiblemente fruto de la lucha”, subrayó el dirigente Alejandro Lipcovich, quien advirtió que el Garrahan necesita un plan de recomposición salarial sostenido en el tiempo y no “parches que solo descomprimen la bronca”.