En el marco del aniversario de la DAIA, el presidente Javier Milei aseguró que aspira a “profundizar los vínculos entre Israel y América Latina”, horas después de la visita a Buenos Aires del canciller israelí Gideon Saar, con quien se reunió el pasado martes y a quien le echó un guiño al insistir en su política de "tolerancia cero con el antisemitismo”.
Durante el acto en el Teatro Colón, Milei buscó reforzar su decisión política de avanzar en los llamados Acuerdos de Isaac, un esquema de cooperación impulsado por él mismo tras recibir el Premio Génesis. Según expresó, la propuesta pretende ampliar la articulación diplomática, social y económica con Israel y sumar a otros países de la región, inspirándose en los acuerdos promovidos por Donald Trump en 2020.
En paralelo, el Gobierno confirmó que Argentina trasladará su embajada de Tel Aviv a Jerusalén en 2026. El canciller Pablo Quirno detalló que el viaje oficial de Milei está previsto para abril o mayo del año próximo, fecha en la que se inauguraría la nueva sede diplomática. Quirno viajará en febrero a Israel para ultimar la coordinación con Saar y con la administración de Benjamin Netanyahu.
El mandatario también volvió a reivindicar la alianza estratégica con Estados Unidos, al asegurar que Argentina será “pionera” en la promoción de los Acuerdos de Isaac junto a ese país. En ese marco, aprovechó para destacar "la valentía" de los soldados israelíes durante el ataque a la población palestina pero, sobre todo, para elogiar a su ídolo presidencial de Estados Unidos, señalando su "apoyo inquebrantable".
Otro de los ejes del discurso fue el anuncio de que Argentina asumirá en 2026 la presidencia de la IHRA, organismo internacional dedicado a la memoria del Holocausto. Milei lo presentó como un paso para fortalecer la cooperación contra los discursos de odio y contrastó ese rumbo con decisiones de gobiernos anteriores. “Mientras otros pactaban con Irán para encubrir atentados, nosotros pactamos con Israel para combatir el terrorismo”, disparó.
Hacia el final, el mandatario retomó el ataque del 7 de octubre como un quiebre global y reivindicó la liberación de rehenes, entre ellos los argentinos David y Ariel Cunio y Eitan Horn, a los que consideró parte de un “milagro”. “Apoyar a Israel es apoyar a nuestro país”, enfatizó.