25.08.2015 / Entrevista exclusiva de PA

“Debería haber una particular celeridad en la resolución de los casos por corrupción”

El jurista Roberto Carlés, candidato para ocupar la vacante que dejó Raúl Zaffaroni en la Corte Suprema, cuestionó la lentitud de los juicios contra funcionarios públicos en relación a lo que ocurre en Brasil. Por su parte, sostuvo que los políticos que no creen en la Justicia "tienen que dejar la actividad y dedicarse a otra cosa”.

por Martín Waisman




El jurista Roberto Carlés, candidato para ocupar la vacante que dejó Raúl Zaffaroni en la Corte Suprema, cuestionó la lentitud de los juicios contra funcionarios públicos en relación a lo que ocurre en Brasil. En exclusiva con Política Argentina, sostuvo que los políticos que no creen en la Justicia "tienen que dejar la actividad y dedicarse a otra cosa”. 
                                                                                                                   
-En abril se postergó el tratamiento de su pliego en el Senado. ¿Tiene expectativas de que se apruebe este año?

- Está con un dictamen favorable de la Comisión de Acuerdos y lo único que se puede hacer es una interpretación política. Lo cierto es que hubo un acuerdo de 28 senadores de la oposición en noviembre del año pasado, antes de conocerse mi candidatura, en el cual dijeron que no iban a acompañar ninguna propuesta de este gobierno hasta que concluyera y se han mantenido fieles a lo que acordaron. Desde luego que siendo un año electoral esto dificulta más las cosas.

-¿En qué quedaron las críticas que se le hicieron a su currículum?

- El rechazo fue anterior. Las críticas que se hicieron son insostenibles y las defendí oportunamente lo que se decía. No iba a ser tan torpe de mentir en el currículum. Afortunadamente la Constitución prevé el requisito de los dos tercios que es positivo porque obliga a un mayor debate y control político de las candidaturas pero la función que previeron los constituyentes no fue la de vetar sin motivo.

- Desde la oposición se remarca que hoy no hay independencia de poderes. ¿Coincide con esa idea?

- No veo que haya interferencias o esta idea de una avanzada contra la Justicia. La Constitución obliga a que no haya interferencias entre las funciones que son propias de cada poder. Que el Poder Ejecutivo y Legislativo no interfieran en la elaboración de las decisiones de los jueces. Esto no quiere decir pureza política, carencia de opiniones o no participación en colectivos como Justicia Legítima o la Asociación de Magistrados.

¿Cómo es hoy la relación entre el Poder Ejecutivo y la Corte Suprema?

-La relación es normal y se da por los canales institucionales que debe darse. Puede que haya interpretaciones sobre tensiones en lo discursivo y los medios están pendientes de estas contradicciones que pueden haber entre un exponente y otro de poder . Eso no quiere decir que todas las decisiones que se han tomado o las propuestas de reformas impulsadas sean correctas.

- En una entrevista que le concedió en los últimos días a Perfil, Ricardo Lorenzetti confirmó que este será su último período como presidente de la Corte. ¿Qué balance hace de su presidencia?

- Lorenzetti tuvo la oportunidad histórica de presidir la mejor Corte Suprema de nuestra historia, es un mérito para él y para el resto de los miembros. Tenía 7 miembros y eso facilitaba mucho las cosas en cuanto a pluralidad, tener distintas visiones por procedencia geográfica. Lo cierto es que la Corte hoy está funcionando con un miembro menos de lo que prevé la ley aunque esto no ha afectado su funcionamiento.

- ¿Quién debería ocupar su lugar?

- No lo sé.



- Y en el caso de Carlos Fayt, ¿debería renunciar a su cargo?

- Hay que separar el tema de la edad de la duración en el cargo. Soy partidario que el cargo del juez de la Corte tiene que ser limitado en el tiempo y no vitalicio. Esto es algo que se está discutiendo en Estado Unidos y en los tribunales constitucionales europeos los cargos duran 9 o 12 años.

- Este domingo, el diputado Oscar Aguad sostuvo que no creía en la Justicia a raíz del asesinato del militante jujeño Ariel Velázquez. ¿Cuán peligroso es que desde el sector político se difunda ese mensaje?

- Muy. Si personas con responsabilidad pública no creen en la Justicia tienen que dejar la actividad y dedicarse a otra cosa.  Cuando un fallo no me gusta no se puede decir que un juez no es independiente y cuando me sirve, aplaudirlo o convertirlo en héroe. Los jueces no deberían prestarse a este juego.

- De alguna manera es el discurso que utilizó Sergio Massa durante la campaña, en la que puso el eje sobre la puerta giratora...

- Lo ha usado como su caballito de batalla y creo que escapa de toda racionalidad cuando dice que una condena de 10 años tienen que ser de cumplimiento efectivo en todos los casos y ahí se está ignorando el régimen de progresividad que tiene el cumplimiento de la pena. El mensaje es "comportate como quieras, hacé lo que quieras porque que hagas lo que hagas tu pena va a ser siempre la misma". Estas son las cosas que no se piensan o se omiten en el discurso propagandístico porque si se complejiza un poco pierde la efectividad de la campaña mediática.

-¿Qué autocrítica hace del funcionamiento del Poder Judicial?

- Hay muchísimos problemasque tienen que ver con la lentitud, tráfico de influencias o cercanía a determinados grupos de poder. Esto siempre va  a existir, el tema es que ingeniería institucional se construyen para evitar que esos problemas incidan en las decisiones de los jueces.

- Después de 12 años de kirchnerismo, ¿cuáles son las deudas en materia judicial?

- Lo que me parece más evidente que debería haber sido objeto de reformas  que aseguraran su funcionamiento es el Consejo de la Magistratura, es la gran asignatura pendiente.

- En Brasil se logró condenar a importantes funcionarios públicos por causas de corrupción. ¿En qué falla en la Justicia argentina?

- Lo que me llama muchísimo la atención es la duración que tienen los procesos contra los funcionarios públicos. Tenemos procesados un vicepresidente (Amado Boudou), un jefe de gobierno (Mauricio Macri) por muchísimo tiempo, de manera que ejercen el cargo atravesando un proceso penal y es perjudicial porque siguen participando de contiendas electorales y siempre hay un manto de sospecha con la posibilidad que esto tiene para que se hagan operaciones políticas. Debería haber una particular celeridad en la resolución de los casos por corrupción.


Fotografía: Agustina Jaurena
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