La "renovación" de la flota de la Linea B del subte ha causado revuelo desde que se llevó adelante, principalmente porque la compra no tuvo nada de nuevos, sino que fueron coches usados CAF 6000 comprados usados al Metro de Madrid.
En la tarde de viernes, explotó la catenaria rígida en la estación Federico Lacroce y provocó un fogonazo que limitó el servicio. Por suerte para los pasajeros tan sólo fue un hecho que canceló la circulación un rato, pero podría haber sucedido una tragedia mucho mayor.
Los coches madrileños no renovaron la totalidad de la floto, ya que se compraron 14 cuando funcionaban 27 trenes, entre Mitsubishi y CAF 5000. El precio unitario de los CAF 6000 fue encarecido duramente debido a la cantidad de obras y gastos colaterales que hubo que emprender para poder ponerlos en funcionamiento. Sumando todos los contratos colaterales, el precio se incrementa sustancialmente hasta alcanzar valores de coches nuevos, cero kilómetro y completamente compatibles con la infraestructura existente.
Además, a diferencia de las compras de material rodante nuevo, que pueden financiarse a tasas razonables como hizo la propia Ciudad con los CNR de la línea A o los Alstom de la línea H, los coches se pagaron por adelantado a mediados de 2013 y siguieron siendo usados por el Metro de Madrid hasta que la empresa española consideró oportuno embarcarlos.
Peligro de infraestructura
Según señala en un informe el sitio enelSubte.com, cuando un coche se compra usado y no se adapta 100% a la infraestructura del trazado donde se los quiere poner a funcionar, lo habitual es adaptar el material rodante. Así se ha hecho históricamente y lo ha hecho incluso el gobierno porteño con los Nagoya 5000, que en Japón tomaban corriente de un tercer riel y fueron adaptados a catenaria, con las modificaciones incluidas en el precio pagado por cada unidad a la empresa Marubeni.
En el caso de los CAF 6000 se eligió rehacer la línea B a su medida (a la medida de una flota usada que representa la mitad de los coches de la línea), desembolsando enormes cantidades de dinero para instalar una catenaria rígida, tecnología que no tiene antecedentes en nuestro país.
Los CAF6000, que hoy sólo corren dos, toman la corriente de la catenaria rígida. El resto de la flota la toma del tercer riel. Pero esto no es el doble de energía, porque la catenaria rígida está puenteada (conectada) al tercer riel. De todas formas, los CAF6000 consumen 3 veces más que un Mitsubishi, y por eso están renovando toda la infraestructura eléctrica.
En ese sentido, y a la vista de que con el gasto total realizado en la línea B se podrían haber comprado trenes nuevos compatibles con la infraestructura -y renovar toda la flota, no sólo una parte de ella-, que aprovechasen el espacio disponible, también equipados con aire acondicionado, cabe preguntarse las razones por las cuales la Ciudad escogió esta alternativa, tan mala para el Subte en general y tan nociva para la línea B en particular.
Este es el único caso en el mundo que se compra material rodante usado y se adapta el sistema de alimentación eléctrica a los vagones.