La Pampa fue el primer gran detonante radical para Cambiemos después que Daniel Kroneberger le gane la interna a Carlos Mac Allister, luego fue Córdoba donde el oficialismo se hizo añicos y no pudo consolidar sus apetencias electorales. Ahora es la provincia de Misiones la que puede presentar un dolor de cabeza para el PRO si avanza con su idea de incluir a un particular personaje local.
Si bien ya está todo confirmado para que
el presidente del partido Humberto Schiavoni se presente como candidato a gobernador acompañado por el radical y actual diputado nacional Luis Pastori; la Unión Cívica Radical se encuentra fragmentada y varios sectores reclaman lugares en las listas o que se diriman en internas.
¿Por qué el escenario de la UCR es complejo?, porque e
n Misiones el radicalismo se divide en cuatro o cinco facciones a las que se suma una interna judicializada después de que en 2018 se frustraron las elecciones partidarias y se prorrogó el mandato del presidente del partido Francisco Fonseca sin los votos de los afiliados.
Los sectores “proscriptos” pidieron Primarias Abiertas dentro de Cambiemos, para elegir el candidato a gobernador pero en la cúpula partidaria hicieron “oídos sordos”. El enojo no terminó ahí, a modo de devolución de favores por su embajada en España,
Schiavoni le prometió a Ramón Puerta que su hijo Pedro ocuparía un lugar en la lista de diputados provinciales.
En principio se especulaba con un puesto en la lista de diputados nacionales pero ese lugar nadie se lo quita al presidente del PRO en Misiones Alfredo Schiavoni, hermano del flamante candidato a gobernador. Entonces se dirimió que Puerta por ahora vaya a la legislatura provincial que renueva 20 cargos.
Esto genera que un importante número de dirigentes a reclamar una Convención para que se analice si están dispuestos a integrar un frente con el hijo de un exgobernador de Misiones que durante muchos años fue “el límite” político-ideológico del radicalismo para armar un frente opositor.
En Posadas y Oberá los sectores radicales ya se afilan para pedir internas, al menos en las listas legislativas. “Queremos pelear adentro porque ellos (la cúpula) van a festejar si nos vamos. Quieren que todos los que no están de acuerdo se vayan, así pueden manejar el partido como les da la gana”, denunciaron los radicales.
El malestar por la candidatura "a dedo" de Schiavoni y el armado de las listas "casi sin consulta" ponen en riesgo una unidad que estaba cerrada por un sector que no abre el debate. La amenaza radical ya está lanzada, “
donde hay un Puerta no puede haber alianza con los radicales”.
