A través de ARBA, la gobernadora de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, pretende que los matarifes paguen las millonarias deudas impositivas que por la crisis económica no pudieron afrontar las carnicerias. De concretarse, una medida de fuerza podría dejar a Buenos Aires sin carne.
A fines de 2017 ARBA exigió a matarifes y frigoríficos inscribirse como agentes de percepción del tributo, con importes a retener de hasta el 8%, dependiendo de la inscripción de las carnicerías en el padrón.
Pero, según los matarifes, el organismo bonaerense no respetó el acuerdo y en vez de retrotraer la medida al 1º de enero lo hizo desde abril del año pasado y ahora reclama esos tres primeros meses de 2018. Reclaman cifras de hasta 8 millones de pesos.
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ARBA dice que la responsabilidad es nuestra, que si no lo pagó el cliente tenemos que hacerlo nosotros. Igualmente a pesar de que los clientes pagaron, el ente recaudador provincial quiere cobrar dos veces, una suerte de duplicación de impuestos", explicó al diario La Nación vicepresidente de la Cámara Argentina de Matarifes y Abastecedores (CAMyA), Sergio Pedace.
"Se barajó la posibilidad de no comprar hacienda por dos días y hacer un paro de comercialización", relataron al mismo portal fuentes del sector tras una reunión de urgencia en el Mercado de Liniers.