20.12.2025 / AGENDA
Milei y Lula coinciden en la cumbre del Mercosur tras el freno europeo al acuerdo
El Presidente viaja a Brasil para participar del encuentro regional marcado por la postergación del tratado con la Unión Europea, en un escenario atravesado por tensiones políticas, resistencias internas en el bloque europeo y un acuerdo comercial que vuelve a quedar en suspenso.
El presidente Javier Milei participará este sábado de la Cumbre del Mercosur en Foz de Iguazú, donde coincidirá con su par brasileño Luiz Inácio Lula da Silva en un contexto condicionado por la decisión de la Unión Europea de postergar la firma del acuerdo comercial con el bloque sudamericano, una demora que reordena la agenda del encuentro y expone los límites del impulso político que buscaban darle los gobiernos de la región.
Según el cronograma oficial, la jornada comenzará a las 9 con la llegada de los presidentes y jefes de delegación de los Estados Parte y asociados del Mercosur, continuará a las 9.30 con la fotografía oficial, dará paso a las 9.40 a la sesión plenaria de la cumbre y concluirá al mediodía con la ceremonia de traspaso de la presidencia pro tempore de Brasil a Paraguay.
La confirmación del viaje presidencial llegó a último momento, luego de versiones cruzadas y en medio de una relación tirante entre Buenos Aires y Brasilia, mientras el eje central de la cumbre quedó desplazado tras el anuncio de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, quien informó que el tratado no será rubricado este año por falta de consenso entre los países miembros.
Desde Brasil, Lula admitió que la dilación respondió a pedidos concretos de Roma para ganar tiempo y revisar el texto, una concesión que el Mercosur aceptó pese a las advertencias previas del propio mandatario brasileño sobre el riesgo de que el acuerdo volviera a empantanarse tras más de dos décadas de negociaciones.
La cumbre reunirá también a los presidentes de Uruguay y Paraguay y estará precedida por encuentros de ministros de Economía y cancilleres, mientras Brasil traspasa la presidencia pro tempore del bloque, en una cita que deja en evidencia que el principal objetivo político del encuentro, cerrar el acuerdo con la UE, vuelve a quedar subordinado a las disputas internas del bloque europeo y a un escenario internacional cada vez más fragmentado.
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