El presidente Mauricio Macri llamó a votar por la lista completa tanto en la Ciudad como en la provincia de Buenos Aires. De esta forma, desde el entorno presidencial intentan evitar lo que sería una tragedia para el gobierno nacional: que los intendente opten por salvar su pellejo en vez de apostar a la reelección del mandatario nacional.
Que Macri sea una suerte de salvavidas de plomo no es una novedad. Las elecciones provinciales ratificaron una tendencia que en el territorio bonaerense podría significar el fin del mandato de varios jefes comunales: el arrastre negativo de la imagen presidencial puede llevar a la derrota a los intendentes de Cambiemos.
La realidad marca que los 69 intendentes de Cambiemos de la provincia de Buenos Aires se verán afectados por la mala imagen de Macri. En este contexto establecer qué estrategia llevar a cabo para no perder su territorio es una prioridad.
Sucede que la diferencia de puntos que tiene la fórmula Fernández-Fernández sobre Macri-Pichetto, particularmente en el Conurbano, es importante. En algunos casos se habla de 15 puntos. Por eso, aunque no lo digan públicamente y en algunos casos sea hasta un tema tabú, no descartan el “corte natural” de boleta.
La lectura que se haga con el diario del lunes de las PASO será crucial en este aspecto. Mientras, seguirán las insistencias en las redes sociales del presidente para que el corte de boleta no sea contundente.
