Una de las máximas preocupaciones que Alberto Fernández tiene pensando en un posible triunfo en octubre es encontrar un Banco Central sin reservas y los últimos movimientos gubernamentales parecen darle la razón.
Es que el BCRA empzó a vender una parte del préstado del FMI que no se podía tocar.
Según reveló el diario Clarín, desde el Ministerio de Hacienda
confirmaron que los billetes que se estaban vendiendo los últimos días para frenar la devaluación eran parte de los US$ 7.200 millones de préstamo del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional que, en 2018, había sido destinado al fortalecimiento de las reservas internacionales.
En los últimos días el Tesoro canceló deuda por US$ 1.926 millones entre Letes, Lecap, Bonos Par y deuda intra sector público (Banco Nación).
La movida de Hacienda se produce a una semana del regreso del ministro Hernán Lacunza de su visita a Washington, donde se reunió con los técnicos del FMI y tuvo el primer encuentro con Kristalina Georgieva, la nueva titular de la entidad multilateral.
El funcionario había viajado con la intención de apurar el desembolso de US$ 5.400 millones pendientes, que en teoría deberían haber sido desembolsados en septiembre. Pero todo indica que no llegarán hasta que haya un nuevo Presidente electo.