24.01.2020 / ENTREVISTA PA

¿Por qué el viaje de Alberto a Israel es una oportunidad para que el país anule alguna de las premisas del macrismo?

Mauro Martínez, titular de la Comisión de Asuntos Estratégicos y Política Exterior de Fundación Meridiano e integrante de Agenda Argentina, el Think Tank afín al Presidente, analizó junto a Política Argentina la presencia de la comitiva argentina en Jerusalén. Los efectos de dicha participación en la renegociación de la deuda.

por Walter Sosa



La presencia de Alberto Fernández en el Foro de Israel en conmemoración del Día Internacional de Recordatorio del Holocausto ha propiciado la sorpresa para muchos, tanto en el oficialismo como en la oposición. Ahora bien, su participación en el evento, que se llevó a cabo en el Museo de Yad Vashem de Jerusalén, fue cúmulo de múltiples mensajes: hacia afuera y hacia dentro. Desde Agenda Argentina, el analista internacional Mauro Martínez analizó cada uno de ellos.

En lo que respecta a las “lecturas hacia dentro”, Martínez establece tres niveles. El primero guarda relación con la comunidad judía en Argentina de la que “sabemos que es un muy fuerte y grande”.  “Hace poco estuvo el acto de los cinco años del fallecimiento del fiscal Nisman y, de cierta forma, sus oradores se mostraron críticos y distantes hacia el gobierno nacional. Esta agenda, la de Nisman, las relaciones con Irán, con Venezuela fueron elementos que se empezaron a activar desde la oposición”, recordó.

Para Martínez, “yendo a Israel se muestra desde el gobierno de Alberto Fernández un mensaje diferente y se desactiva o invalida las agendas” propiciadas por algunos sectores de Juntos por el Cambio.

En segundo lugar, Alberto Fernández “se muestra como un líder internacional dado que el evento que lleva a cabo en Israel es de alto nivel”. “Están Vladimir Putin, Emmanuel Macron y varios otros líderes. Es decir, Alberto está junto al mayor nivel de la alta política”, enfatizó Martínez al indicar que la importancia del evento propiciará futuras “reuniones bilaterales”.

Paralelamente y como tercer punto, está la cuestión puntualmente relativa a Israel. “Esto tiene que ver con la promoción de establecer canales propios con el gobierno de Benjamín Netanyahu donde sabemos que hoy hay figuras que, de cierta forma, son más cercanas al gobierno anterior”, señaló.

Entonces, a su entender, “hay una idea desde la gestión actual de recomponer la relación, una relación que había tenido cierta tensión con el tratado con Irán o la cuestión relativa a Hezbollah al considerarla como organización terrorista”.

Los mensajes hacía afuera

El evento le permite a Fernández dar señales en varias direcciones. Hacia afuera, según Martínez, hay una gran oportunidad para con Estados Unidos ya que, con la participación en el Foro, Argentina se muestra como “un país que juega dentro del mundo occidental”. “Si bien jugamos con nuestra propia postura, dada la posición argentina en relación a Venezuela o con el asilo a  Evo Morales, nuestro país no es un país que vaya a generar desconfianza”, indicó.

Mauro Martinez
Mauro Martinez


“Argentina lo que está diciendo es que es un país que tiene intereses propios pero que es confiable”, remarcó.

Y añadió: “Al mismo tiempo, sabemos que Netanyahu es un muy cercano a Donald Trump y que Israel es un país muy caro para la política estadounidense”. Es decir, el viaje sirve para dar gestos de diplomacia hacia ambos países.

En esta misma sintonía, dice Martínez, “también hay señal hacia Brasil”.  Consideró que hay una especie de efecto colateral, donde se incita a bajar la guardia que tenía el presidente brasilero Jair Bolsonaro en un principio contra el gobierno de Fernández.
Por último, “al ser un evento internacional con muchos jefes de Estado, también es una oportunidad de acercarnos a líderes como Putin y Macron, en pos de armar reuniones bilaterales en el futuro”.

Los gestos ofrecidos por el presidente argentino son potenciales condicionantes en las negociaciones que tienen que ver con la delicada situación económica que padece el país. “Tenemos que entender que, en el contexto en que vive Argentina, las señales políticas si bien no son las principales herramientas en términos económicos pueden tener un impacto que si se empieza a deconstruir cierta imagen que teníamos en los últimos años por las decisiones que había tenido Mauricio Macri es positivo”, indicó.

Por lo tanto, el viaje a Israel termina siendo “una oportunidad para mostrar geopolíticamente que Argentina es un país que no va a confrontar, que quiere resolver sus problemas y que quiere dar muestras de cooperación”. “Todo esto lo hace retomando una agenda donde Argentina es muy respetada en el mundo y es la de los Derechos Humanos”, concluyó.