El miércoles Alberto Fernández anunció que estaba trabajando junto al presidente de Diputados, Sergio Massa, para enviar al Congreso un proyecto de ley para
congelar por 6 meses los precios de los alquileres y las cuotas de créditos hipotecarios y suspender los desalojos.
Finalmente la medida saldrá por Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU).
El motivo central que llevó al Presidente de la Nación a tomar esta decisión fue la negativa del Senado de sesionar, por la cantidad de senadores que están dentro del mayor grupo de riesgo de contagio grave de Coronavirus.
El propio jefe de bloque del Frente de Todos en la Cámara Alta, José Mayans, declaró movilizar a los legisladores "sería un problema".
En este contexto, el jefe de Estado elaboró un mecanismo para obtener consenso con los diferentes bloques opositores de ambas cámaras antes de publicar el decreto. El Poder Ejecutivo intenta que el mismo esté listo a más tardar el 1 de abril.
La idea que prima en la Casa Rosada es generar un acuerdo previo y remitir este y otros DNU a la comisión bicameral del Congreso para que convalide las medidas de urgencia que viene tomando el Poder Ejecutivo en el marco de la urgencia que impone el coronavirus.
De este modo habría aval de todos los partidos políticos, sin la necesidad de que los 257 diputados y los 72 senadores sesionen todos juntos en los respectivos recintos del Congreso Nacional.
En el diario La Nación había trascendido que Massa se reuniría en la mañana del jueves con la secretaria de Legal y Técnica, Vilma Ibarra, pero el mismo medio informó que el encuentro finalmente nunca ocurrió.
El líder del Frente Renovador habló por videoconferencia con Fernández, Ibarra y la ministra de Hábitat y Vivienda, María Eugenia Bielsa, y consensuaron avanzar con la medida a través del Poder Ejecutivo.
