27.03.2020 / Efecto coronavirus

El mensaje del Papa Francisco en medio de la pandemia: "Nadie se salva solo"

El Sumo Pontífice otorgó una histórica indulgencia masiva, en medio de un diluvio en una Plaza de San Pedro vacía. "Los seres humanos han descubierto que no pueden seguir cada uno por su cuenta, sino solo juntos", reflexionó en un discurso que fue transmitido alrededor de todo el mundo.





El Papa Francisco impartió una bendición "Urbi et Orbi" extraordinaria para hacer frente a la pandemia del coronavirus, desde una plataforma situada en medio de una Plaza de San Pedro vacía y lluviosa , en la que recordó que, como los discípulos en su momento, "todo el mundo está en la misma barca para luchar contra este mal".

En un histórico mensaje en el que además otorgó una indulgencia masiva a todos los católicos, el Sumo Pontífice enfatizó: "Los seres humanos han descubierto que no pueden seguir cada uno por su cuenta, sino solo juntos y que nadie se salva solo".

"Nos encontramos asustados y perdidos. Al igual que a los discípulos del Evangelio, nos sorprendió una tormenta inesperada y furiosa. Nos dimos cuenta de que estábamos en la misma barca, todos frágiles y desorientados; pero, al mismo tiempo, importantes y necesarios, todos llamados a remar juntos, todos necesitados de confortarnos mutuamente", reflexionó.

En otro tramo del relato, el religioso argentino analizó: "Cuántos padres, madres, abuelos y abuelas, docentes muestran a nuestros niños, con gestos pequeños y cotidianos, cómo enfrentar y transitar una crisis readaptando rutinas, levantando miradas e impulsando la oración. Cuántas personas rezan, ofrecen e interceden por el bien de todos. La oración y el servicio silencioso son nuestras armas vencedoras".

"En medio del aislamiento donde estamos sufriendo la falta de los afectos y de los encuentros, experimentando la carencia de tantas cosas, escuchemos una vez más el anuncio que nos salva: ha resucitado y vive a nuestro lado", insistió.

Por otro lado, el Papa reivindicó a "compañeros de viaje" que son ejemplares y que ante el miedo reaccionaron dando la propia vida. De ellos, rearcó que son personas comunes "corrientemente olvidadas" que no aparecen en portadas de diarios y de revistas, ni en las grandes pasarelas del último show pero, sin lugar a dudas, están escribiendo hoy los acontecimientos decisivos de la historia actual.

Se refería así a médicos, enfermeros y enfermeras, encargados de reponer los productos en los supermercados, limpiadoras, cuidadoras, transportistas, fuerzas de seguridad, voluntarios, sacerdotes, religiosas y "tantos pero tantos otros que comprendieron que nadie se salva solo".