02.10.2020 / CORONAVIRUS

Dejar la R y mirar la K: cuál es el índice que científicos piden mirar para entender la pandemia

La problemática del coronavirus todavía muestra cuestiones por descubrir. De acuerdo a un estudio de Hong Kong, en la mayoría del los casos el índice R0 ya no explica la dinámica del COVID. Se hace necesario entonces no bajar la guardia y apelar a las destrezas científicas para no poder de vista las características de la transmisión y evolución de la pandemia. ¿De qué se trata este índice K?





Es conocido ya el índice R0, el número reproductivo básico de un patógeno, una medida de su contagio en promedio, una medida con que nos familiarizamos desde el inicio de la pandemia. Ahora bien, otra definición nos interpela para entender de qué forma avanza el virus y es índice k , que es, de acuerdo al The Atlantic, “una forma de preguntar si un virus se propaga de manera constante o en grandes ráfagas, por lo que una persona infecta a muchos, todos a la vez”.

El articulo indica además que  el coronavirus es “un patógeno sobredispersado , lo que significa que tiende a extenderse en grupos”. De todas formas, dicho conocimiento “aún no ha entrado completamente en nuestra forma de pensar sobre la pandemia, o nuestras prácticas preventivas”.

Por lo tanto, el parámetro R0 que ha sido propiciado para entender cómo opera la pandemia no satisface para comprender la expansión de la problemática. Es decir, la distribución no siempre es así.

“Hay incidentes de COVID-19 en los que una sola persona probablemente infectó al 80 por ciento o más de las personas en la habitación en solo unas pocas horas. Pero, en otras ocasiones, COVID-19 puede ser sorprendentemente mucho menos contagioso”, sostiene la nota en cuestión.

El punto es que tanto “la sobredispersión y superpropagación” del Covid todavía son cuestiones que los investigadores de todo el mundo están tratando de entender. De hecho, se ha descubierto a través de un estudio en Hong Kong que “un 19 por ciento de los casos eran responsables del 80 por ciento de transmisión mientras que el 60 por ciento no infectaban a otras personas”.

Podría aplicarse el tan conocido principio 80/20 dado que “solo entre el 10 y el 20 por ciento de las personas infectadas pueden ser responsables de entre el 80 y el 90 por ciento de la transmisión, y que muchas personas apenas la transmiten”.