07.05.2021 / Entrevista PA

“La liberación de las patentes es un imperativo moral y estratégico”

“Nadie se salva solo”, parafraseando al Papa Francisco, el especialista en Relaciones Internacionales Alejo Álvarez analizó las cuestiones relativas a la decisión del gobierno de Joe Biden de liberar patentes de vacunas contra el COVID. Remarcó que para dicha iniciativa es menester además “la transferencia de tecnología, cosa que Argentina tiene por suerte”.

por Walter Sosa




En el marco de las tensiones entre Estados Unidos, China y Rusia y ante la coyuntura global del coronavirus, el gobierno de Estados Unidos se ve cada vez más abierto a establecer iniciativas de cooperación internacional. Este jueves lo vimos cuando casi un centenar de congresistas dieron su visto bueno para que el FMI prorrogue los compromisos de pago de Argentina para con la deuda externa.

Dicha tendencia a la cooperación se supedita a la necesidad de establecer un orden mundial cuyo soporte sanitario esté en las condiciones que brinden garantías. En diálogo con Política Argentina, Alejo Álvarez, licencia en Relaciones Internacionales (USAL), integrante de la Cátedra de Estudios Geopolíticos de la Universidad de San Isidro, y miembro de la Asociaciones de Estudios de Relaciones Internacionales Argentina (AERIA), analizó la cuestión.

Detalló que la liberación de las patentes y los derechos de propiedad intelectual en principio fue motivado por India y Sudáfrica en octubre del año pasado. “Empezaron a plantearlo de manera más formal al margen del discurso de los lideres, lo empezaron a poner en la agenda de la OMC. En aquellos meses se encontraron con reiterados rechazos por lo que las propuestas tuvieron que ser tratadas de nuevo en febrero, en marzo y en abril que no prosperaron”, sostuvo.

Remarcó además que “lo que vemos ahora con Estados Unidos es un cambio de su posición. Hay dos cuestiones que se pueden ver acá”. “Por un lado, la certeza de que – como lo viene diciembre Francisco – Nadie se salva sólo. Tener un solo país inmunizado en la coyuntura en la que estamos no sirve de nada porque la globalización hace que todo el tiempo haya intercambio de personas que van a seguir contagiando en otros países”, explicó.

En definitiva, para Álvarez,”la liberación de patentes es un imperativo moral. Además de esto, se necesita la transferencia de tecnología”.

Dicho cambio no deja de ser estratégico y empezó a tener consecuencias en una suerte de domino porque también países como Francia empezaron a cambiar su postura haciendo que varias de las consignas que la Unión Europea sostenía como banderas queden a raja tabla.

Álvarez ve prometedor este cambio de rumbo por parte del gobierno de Joe Biden. Alienta a que las posibilidades de soluciones reales en nuestro país puedan tener buen puerto e insiste a la necesidad de cooperación internacional a los efectos de que dirimir la brecha sanitaria que la pandemia puso sobre la superficie también en términos de tecnología para la inmunidad.