La Comisión Bicameral de Control de los Organismos de Inteligencia del Congreso de la Nación inició este martes con la recolección de información de seguridad interna para determinar si hubo "participación" de exintegrantes de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) que hayan colaborado con la preparación del golpe de Estado a Evo Morales en noviembre de 2019.
Según se advirtió en el primer reporte parlamentario, ya está confirmada la presencia de al menos dos enviados de la institución estatal comandada en ese tiempo por Gustavo Arribas y Silvia Majdalani: uno en la ciudad de La Paz y el otro en Santa Cruz.
"Hay fuertes indicios de que habría habido alguna participación previa de la AFI en el golpe de Estado (en Bolivia) en tareas d inteligencia con el objetivo de generar un clima de inestabilidad. Estamos mirando si también hubo participación de Gendarmería", señaló el diputado del Frente de Todos, Leopoldo Moreau, en diálogo con la agencia Télam.
Tras la denuncia del Gobierno de Bolivia por el envío de material bélico al país vecino durante la gestión de Mauricio Macri, el legislador rememoró además que en tiempos de la era Cambiemos "hubo en la AFI reclutamiento de personal retirado de Gendarmería", al que calificó de ser "una especie de tercearización" de agentes.
"La interventora de AFI, Cristina Caamaño, ya inició una investigación interna con el objeto de determinar si personal del organismo desplegado en ese país realizó algún tipo de actividad que pudiese haber aportado a la consumación del golpe de Estado", anticipó.
En tanto, el ministro de Defensa, Agustín Rossi aseguró que las municiones encontradas en Bolivia "salieron de Fabricaciones Militares", por lo que la decisión de enviar los cargamentos "sólo pudo haber sido tomada por el expresidente Mauricio Macri".
"A mí me parece que alguien le pidió al Gobierno argentino, sabiendo su posición ideológica favorable al golpe, armamento para la represión", apuntó el funcionario en diálogo con Futuröck radio.
En esta línea, Rossi sostuvo que "está claro" que “hubo una operación interna y actores internacionales que se conjugaron detrás del objetivo de interrumpir el Gobierno de Evo Morales”.
"El vuelo del Hércules C-130 que viajó desde El Palomar al aeropuerto de la Fuerza Aérea boliviana en El Alto estaba programado para salir al mediodía del 12 de noviembre de 2019, con el personal de Gendarmería para proteger la embajada argentina en La Paz y la residencia del embajador argentino en esa ciudad. Después aparece una segunda solicitud ante el Anmac (Agencia Nacional de Materiales Controlados), dónde figuran los 70.000 cartuchos, que es lo que hace que el vuelo en realidad salga a la noche de ese día", amplió el titular de la cartera de Defensa.
