18.01.2022 / Judiciales

Dos años del asesinato de Fernando Báez Sosa: cómo va la causa y qué pasa con los rugbiers presos

Se cumplen 24 meses del asesinato del joven que fue atacado a golpes y patadas por un grupo de rugbiers en Villa Gesell, poco antes de la pandemia. Los detalles de la investigación, el rol de cada uno de los procesados y cuándo es el juicio.




Tan solo unos meses antes de llegara la pandemia del coronavirus a la Argentina, el 18 de febrero de 2020, se iniciaron unas semanas en que un tema monopolizó la agenda mediática en el país: un grupo de rugbiers asesinó a patadas y gopes de puño a Fernando Báez Sosa, un joven estudiante de abogacía, frente a un boliche en Villa Gesell. Hoy se cumplen dos años de ese hecho y los acusados esperan presos un juicio oral que comenzará dentro de 12 meses.

El ataque a Fernando se produjo en plena temporada de verano en esa ciudad costera, luego de que la víctima y los acusados fueran echados de Le Brique, el boliche en el que se encontraban y donde ambos grupos habían tenido una discusión. El chico que luego sería asesinado había intervenido adentro del local para separar a sus amigos del grupo de rugbiers, lo que generó que el personal de seguridad los echara del lugar.


LOS HECHOS

En la vereda frente a la disco, a Fernando lo atacaron presuntamente entre ocho rugbiers que repartieron roles. Recibió piñas y patadas en el cuerpo y la cabeza. Tras quedar tirado inconsciente, fue asistido por personal policial y por una turista que le realizó maniobras de reanimación cardiopulmar. Después lo llevaron en ambulancia al Hospital Arturo Illia, donde falleció.

La autopsia determinó "un paro cardíaco producido por shock debido a traumatismo de cráneo". Con información aportada por testigos, efectivos de Villa Gesell y Pinamar encabezaron horas más tarde un procedimiento en una vivienda ubicada a dos cuadras del boliche, en donde los rugbiers se encontraban vacacionando.


LA CAUSA

El expediente que se inició por el asesinato de Fernando está en una etapa de instrucción suplementaria. Están presos los ahora ex rugbiers Máximo Thomsen, Ciro Pertossi, Luciano Pertossi, Lucas Pertossi, Enzo Comelli, Matías Benicelli, Blas Cinalli y Ayrton Viollaz. Se encuentran detenidos en celdas de a dos el Pabellón 3 de la Alcaidía de Melchor Romero, procesados por el juez de Villa Gesell, David Mancinelli.

El juicio oral en su contra tiene fecha de inicio: se llevará a partir del 2 de enero de 2023, dentro de casi uno año. La acusación con la que fueron enviados a juicio tiene una hipótesis clara y amplia probatoria: los rugbiers "acordaron darle muerte a Báez Sosa, para lo cual previamente distribuyeron funcionalmente sus roles comisivos con antelación a éste".

En octubre último, el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 1 de Dolores, integrado por los jueces María Claudia Castro, Christian Rabaia y Emiliano Lázzari, dispuso esa fecha de inicio. Declararán más de 130 testigos a lo largo de 22 jornadas. 

Los ocho están imputados por el mismo delito, "homicidio doblemente agravado por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas", delito que prevé la prisión perpetua. Según la fiscalía cinco de ellos fueron quienes agredieron concreta y físicamente a Fernando mientras que los otros tres cumplieron la función de controlar que el joven pudiera ser golpeado sin intervenciones, para lo cual atacaron a los amigos de aquel para evitar que lo ayudaran cuando era brutalmente golpeado.

Los asesinos fueron identificados en muy poco tiempo y la división de tareas que planificaron quedó muy expuesta por la gran cantidad de imágenes de cámaras de seguridad y de teléfonos celulares de turistas que registraron el ataque y que la justicia tiene en su poder. 


LOS DETALLES DE LA CAUSA Y EL ROL DE CADA RUGBIER PRESO

Durante los primeros meses de investigación, a cargo de la fiscal Veróniza Zamboni, se probó que los acusados intercambiaron mensajes tras matar Fernando, a través del grupo de WhatsApp "los delboca3". Reconocen el hecho y aseguran tener claro que lo asesinaron. Incluso cofiesan que se quedaron cerca, viendo qué sucedía luego de dejar tirado al joven.

La Unidad Funcional de Instrucción 6 (UFI) de Villa Gesell consiguió esa información al incautar seis teléfonos iPhone, dos Huawei, un Motorola y un Samsung S10. Volcaron contenido en dos discos extraíbles con un tamaño total de más de 10 Gigas. Incluso uno de los asesinos habría filmado en alta resolución el momento del ataque.

Fernando Burlando, el abogado de la familia del joven asesinado, reveló que "no solamente se filmó la golpiza, sino también la persecución que inician en su contra. (...) Es cuando van a la caza de Fernando que es cuando empiezan a filmar".

Sobre los mensajes analizados en los teléfonos de los rugbiers, Lucas Pertossi envió a las 4.55 del día del crimen: "Estoy acá cerca donde está el pibe y están todos ahí a los gritos, está la policía, llamaron a la ambulancia... caducó". Otro de los Pertossi, Ciro, advirtió a las 6.06 "chicos no se cuenta nada de esto a nadie", lo que la fiscal de la causa consideró que "podría tratarse de un planteo o pacto para guardar silencio", cosa que además "corrobora la participación de todos en el hecho, como así también la total premeditación".

Las muestras de ADN tomadas en la escena del crimen determinaron el hallazgo de sangre de Fernando en la camisa de Matías Benicelli, la cual estaba mezclada con sangre del mismo. Un hisopado a la uña de un dedo meñique de la víctima reveló sangre de Blas Cinalli, otro de los implicados.

Luego de meses de investigación, la fiscal recibió el resultado de la pericia hecha a una zapatilla de lona negra ensangrentada que encontraron en la casa que alquilaron los acusados. Correspondía a Máximo Thomsen y correspondería a las patadas que provocaron la muerte de Fernando. 



Por el crimen están detenidos e imputados: Máximo Thomsen (22), Ciro Pertossi (21), Luciano Pertossi (20), Lucas Pertossi (22), Enzo Comelli (21), Matías Benicelli (22), Blas Cinalli (20) y Ayrton Viollaz (22). Además fueron sobreseídos Juan Guarino (21) y Alejo Milanesi (21). 

Máximo Thomsen se formó como rugbier en el Arsenal Zárate Rugby y jugaba en el Club Atlético San Isidro desde 2017. Fue suspendido como socio tras conocerse su detención por el crimen. Estudiaba profesorado de educación física y quería ser kinesiólogo de alto rendimiento. El 18 de enero lo echaron del boliche Le Brique señalado como “uno de los agresores de Fernando”. Testigos lo apuntaron como “el sujeto que le propinara patadas en el rostro” cuando la víctima estaba “de rodillas sobre el suelo”. Dijeron que gritaba: "Quedate tranquila que me lo voy a llevar de trofeo”. Las pericias indicaron que fue él quien le dio la patada mortal.

Ciro Pertossi es otro acusado con elevada responsabilidad en el crimen según la justicia. Fue reconocido por al menos tres testigos como “el sujeto que le pegó a Fernando cuando ya estaba en el piso, en su cabeza, cara, y pecho”. Imágenes aportadas a la causa lo muestran “chuparse los dedos” con sangre cuando es interceptado por personal policial. Escribió en el grupo de Whatsapp que compartía con el resto del grupo “chicos, no se cuenta nada de esto a nadie”, una hora y media después de los hechos. Su hermano Luciano y su primo Lucas también están imputados y presos.

Lucas Pertossi, el mayor del grupo, registró con su iPhone la secuencia del ataque, desde que fueron expulsados del boliche hasta que él mismo dejó de grabar la golpiza sólo para agredir a un amigo de Fernando y así frenar la ayuda. Diez minutos después de matar al joven estudiante de abogacía, mandó un audio por WhatsApp al resto de los rugbiers: "Estoy acá cerca donde está el pibe y están todos ahí a los gritos, está la policía, llamaron a la ambulancia... caducó".

Luciano Pertossi fue reconocido por testigos como uno los "agresores de Fernando". En los videos aparece cómo participó de la golpiza a Fernando. Denunció maltratos en la alcaldía Melchor Romero, en donde se encuentran alojados al presente.

Matías Benicelli le abrió la puerta a la policía a las 10.30 cuando se ordenó la aprehensión del grupo en la casa que alquilaban en Villa Gesell. Un testigo lo ubicó como "agresor directo" de Fernando, otro sumó que además apreció "agrediendo también a un amigo" y un restante lo identificó gritándole a Fernando "a ver si volvés a pegar, negro de mierda". A mediados de 2020, los peritos detectaron sangre del joven asesinado en su camisa, mezclada con el mismo fluido del propio agresor. 

Enzo Comelli presentaba al ser detenido un “hematoma sobre el labio inferior”. Según la fiscalía, “premeditadamente” agredió a Báez Sosa “junto con los restantes imputados, previo repartirse roles para agredir físicamente a la víctima y posteriormente matarla”. Se estableció además, de acuerdo a los videos, que fue quien “le propina golpes a otros sujetos masculinos que se encuentran en el piso y luego observa de cerca la golpiza que recibe la víctima”.

Blas Cinalli figura en la imputación con "sendos elementos probatorios" para atribuirle "una participación criminal esencial en la comisión del hecho", como "agresor directo de Fernando". En el requerimiento para la elevación a juicio se constató que "golpea a unos sujetos que se encuentran en el piso".

Ayrton Viollaz es el único del grupo que no tenía teléfono celular y la fiscalía entendió que "todas la probanzas valoradas" lo "ubican claramente junto a Fernando pudiendo quizás tratarse de un agresor directo". En el informe final se asegura que "se lo observa cerca de todo lo sucedido".

En la causa fueron sobreseídos los otros dos jóvenes acusados de ser partícipes necesarios, que en principio estaban presos también: Juan Pedro Guarino y Alejo Milanesi. Ambos jóvenes recuperaron la libertad por falta de mérito.


HOY, CEREMONIA PARA RECORDAR A FERNANDO

Los padres de Fernando, Graciela y Silvino, convocaron para esta tarde a las 19 un acto interreligioso en Villa Gesell, frente al boliche Le Brique, donde sucedió la brutal golpiza por la cual al estudiante de abogacía le quitaron la vida. Se pedirá “por la paz, la justicia y contra la violencia”.



Será la primera vez que los padres estén en el mismo lugar donde su hijo fue asesinado. Graciela sostuvo que aún no sabe cómo se sentirá al estar allí, pero espera “ser fuerte” para asistir y continuar pidiendo “Justicia por Fernando”.

"Estamos muy tristes, imposible de poder aceptar y de creer lo que ha ocurrido con nuestro hijo. Se van a cumplir dos años de su brutal asesinato y para mí es como que no corre el tiempo”, expresó la madre, y agregó que aquel 18 de enero de 2020, junto a su esposo, recibieron “la peor noticia de nuestras vidas, que es el asesinado de Fernando”.

Gracias, además, concluyó: "Tratamos de ser fuertes, pero no es nada fácil. Es algo que no le deseo a ninguna familia. Perdimos lo mejor, con él se fue nuestra alegría. Nada tiene sentido para nosotros. Este dolor es para siempre. Fernando nunca regresará a nuestras vidas”.