30.03.2022 / Datos oficiales

El INDEC informa la pobreza con que terminó 2021: se espera una fuerte baja con el ojo en la inflación 2022

El organismo da a conocer pobreza e indigencia del segundo semestre del año pasado. "Vamos a ver un descenso", adelantó el ministro de Trabajo, que sería de alrededor de un 38% de pobres. Preocupa - y ocupa - el efecto de la inflación para mitad de 2022. Los detalles.




Tras confirmarse la semana pasada que la desocupación en la última parte del año pasado bajó al 7% y se ubicó en el menor nivel desde 2015, el Gobierno nacional se prepara para informar este miércoles, a través del INDEC, que la pobreza y la indigencia también terminaron 2021 con una fuerta merma, pero con un ojo puesto hacia adelante por el posible rebote que ambos índices podrían sufrir a mitad de este 2022 por la presión de la inflación en un contexto internacional adverso

El miércoles pasado, el organismo estadístico publicó que la desocupación estuvo en el último trimestre del año pasado 1,2 puntos por debajo de la última medición (que había dado 8,2%) y quedó entonces 4 puntos por debajo del mismo período de 2020 (11%). El dato positivo se explicó, además, íntegramente por un aumento en la cantidad de personas ocupadas. 

Este dato, no obstante implica una noticia buena para los argentinos, reviste también una variable de análisis para el Gobierno teniendo en cuenta las diferentes formas de empleo que están teniendo impacto en las cuentas fiscales, en especial en la seguridad social. Es que mientras el segmento privado del trabajo se incrementó, y no es menor, un 3,2%, en el caso de los inscriptos en el monotributo el aumento fue de un 7,1% y en el de los asalariados públicos, un 4%.

Lo que sucede este miércoles es que el Gobierno va a poder mostrar que esa recuperación en el empleo para el final del año pasado, de la mano del repunte de 10 puntos que tuvo la economía, tuvo su correlato en una disminusión de la pobreza e indigencia durante el último semestre

Según los expertos, el número más optimista es que el maneja el Poder Ejecutivo y ubica a la pobreza de finales de 2021 en un el 38%, mientras que el escenario más negativo sigue implicando una mejora respecto del período anterior ya que arroja un guarismo del 40%.

Así las cosas, el Gobierno apuesta a un final de 2021 con mejora económica, mejora en los niveles de empleo y baja de la pobreza, que pasaría del 40,6% con el que terminó el año pasado a entre un 38 y un 39%.

"En los datos que está por publicar el INDEC de pobreza vamos a ver un descenso", aseguró el ministro de Trabajo, Claudio Moroni, en una declaración pública de la semana pasado, y argumentó que esa caída es producto del crecimiento del 10,3% que registró la economía en 2021 pero también de las políticas impulsadas por la administración nacional para recuperar el empleo y el salario real tras la pandemia. 

Ese pronóstico de la gestión del Frente de Todos coincide con los anticipos de los principales relevamientos privados. Estos sostienen que la pobreza se ubicó en torno al 39% de la población, a niveles similares a los registrados 2005. Que el dato sea que un 39% de la población es pobre representará una caída de 1,6 puntos porcentuales en relación a la del primer semestre de 2021 que fue de 40,6% del total de la población. Implicaría que casi medio millón de los 18,6 millones de argentinos registrados como pobres a mitad de 2021 hayan abandonado esa condición a finales de ese año

"En pocos días se van a conocer los índices de pobreza del segundo semestre, que fue muy particular. Fueron meses inflacionarios, pero también fue un semestre con fuerte recuperación económica. Los datos van a estar por debajo del 40% de pobreza", anticipó Agustín Salvia, director del Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA), a distintos medios. 
El econometrista Martín González Rozada, de la Universidad Torcuato di Tella, dijo a Infobae que para el segundo semestre de 2021 espera una tasa de pobreza de "alrededor del 40% y una tasa de indigencia que estuviera alrededor del 9%”. Así, también coincide en cuando a la situación mejor, aunque de menor escala, tanto en comparación con un año antes como respecto del primer semestre de 2021.

Leopoldo Tornarolli (Cedlas) consideró que “en base a la información de otras fuentes" - como la caída de la pobreza en CABA, mejora fuerte del PBI, mejora del empleo y desaceleración de la inflación en la canasta alimentaria y la canasta básica total en el segundo semestre - espera "una caída en la tasa de pobreza de aproximadamente 2 puntos, o tal vez un poco más, respecto al semestre anterior" y "lo mismo para la indigencia”.



Pese a esta expectativa unánime de un dato positivo respecto de la pobreza e indigencia para finales de 2021, el problema que aparece en el horizonte de 2022 es la inflación y el impacto que podría tener en hacer retroceder estas mejoras. Distintos referentes del Gobierno lo reconocieron, hablando tanto de preocupación como de ocuparse de la cuestión. Moroni, por ejemplo, admitió esa situación al afirmar que la prioridad del Ejecutivo es "bajar la inflación y poder revertir que los trabajadores estén por debajo de la línea pobreza".

En la misma línea, Claudio Lozano, integrante del FDT pero desde una perspectiva crítica, director del Banco Nación y del Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas (IPyPP), le dijo a Tiempo que el tercer trimestre de 2021 les "dio 38,1% pero porque se incluye el aguinaldo" y que, si se omitiera, "hubiera estado en el 40 por ciento".

"Es posible que el valor semestral se mantenga en el 38% o 39% porque son los dos trimestres con el mejor comportamiento del mercado laboral. Hubo desaceleración de los precios, una mejora de las tasas de desocupación y un menor nivel de ocupados demandantes", precisó de todos modos.

No obstante, reconoció que el proceso de baja de pobreza e indigencia sufrió una reversión para la primera parte de 2022, en la medida en que "para el trimestre en el que estamos la cosa empieza a complicarse porque hay un mes (enero) de fuerte desaceleración de la actividad y dos meses de aceleración de precios muy fuertes y, sobre todo, de los alimentos".

"Va a haber un agravamiento sobre todo en la indigencia que había bajado respecto a los picos que había tenido entre el segundo trimestre de 2020 y el del 2021 cuando se mantuvo en el 10 u 11 por ciento. Ya en el tercero cayó al 8% volviendo a niveles de finales de 2019", dijo, 

En febrero, la Canasta Básica Alimentaria (CBA) que mide el nivel de indigencia escaló un 9% y la Canasta Básica Total (CBT) que establece el nivel de la pobreza lo hizo en un 6,6%. Los alimentos que integran el IPC lo hicieron en un 7,5%. El dato que se conocerá el miércoles, sin embargo, tomará como referencia la evolución de esas canastas hasta diciembre de 2021.

En ese mes la suba interanual del Índice de Precios al Consumidor había sido del 50,3% mientras que la línea de pobreza había crecido apenas un 40,5% y la de indigencia un 45,3%. Es una realidad que, sin dudas, quedó atrás, con los desequilibrios internos y el contexto de guerra en Europa. El nuevo contexto es, valga la redundancia, al que el Presidente le declaró la "guerra" contra la inflación, para la cual el Ejecutivo ya desplegó una batería de medidas.