08.08.2022 / Polémico

Cuadernos: rechazan todos los pedidos para cotejar las fotocopias con los supuestos originales

Centeno dijo haberlos quemado, pero al periodista de La Nación que reveló las fotocopias en 2018 le aparecieron supuestos originales un año después. Eso originó una causa que Ercolini apuró en cerrar. Ahora el TOF de uno de los jueces "a dedo" de Macri rechaza pericias que piden imputados y el propio ex chofer.




La aparición en 2018 de fotocopias de supuestos cuadernos escritos por el ex chofer Oscar Centeno en los que se relatarían presuntas maniobras de corrupción sucedidas durante los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner desató una serie de causas, incluso superpuestas, contra el kirchnerismo, y un argumento a reiteración para la actual oposición. 

Hasta octubre de 2019, el cuestionamiento hacia esos expedientes era que eran fotocopias de difícil peritaje en cuanto a su autenticidad. Pero en ese momento a Diego Cabot, el mismo periodista de La Nación que consiguió las focotopias, le "aparecieron" los supuestos originales. El problema era que Centeno, el ex chofer y ex militar que los había escrito, declaró que los había quemado en la parrilla del quincho de su casa, con lujo de detalles

Esta novedad de los llamativos cuadernos “desquemados” o inaltarables ante las llamas provocó una causa judicial nueva para determinar si efectivamente se revirtió mágicamente el daño que el fuego de Centeno les tuvo que haber causado, en su defecto, si eso cuadernos que Cabot entregó al fiscal Carlos Stornelli en 2019 eran apócrifos. La última opción es que los que figuraban copiados en el expediente inicial jamás fueron quemados por el ex chofer. Todas las hipótesis golpean a la causa. 

Así las cosas, la causa para determinar cuál de las opciones es la verdadera y quitar o sumar impulso a los expedientes basados en esos manuscritos parecía mostrar un investigación simple de realizar para el juez a cargo, Julián Ercolini. Sin embargo, el magistrado decidió, en abril de 2021, cerrarla sin adjudicar responsabilidades a nadie por “imposibilidad de proceder”.

Ante esa determinacion de Ercolini surgieron una gran cantidad de pedidos de reapertura, pero el Tribunal Oral Federal 7 rechazó todos los planteos de los imputados e incluso uno de los propio Centeno para cotejar los originales de los cuadernos que el ex militar y chofer dijo haber quemado pero que revivieron en octubre de 2019 en manos de La Nación

Para colmo, como relató en Tiempo Argentino el periodista Néstor Espósito, fueron esas fotocopias que explotaron el fallecido juez Claudio Bonadio y el fiscal Stornelli las que motivaron que un empresario, Armando Loson del Grupo Albanesi, encargara un peritaje privado que encontró casi dos mil irregularidades. Anotaciones ocultadas con líquido corrector, borrados, sobrescritos, correcciones, tachaduras y hasta cambio de nombres originales por otros sobre agregados, entre otras. 

La contradicción entre lo que dijo el autor de los cuadernos y lo que pasó en la propia causa, más este peritaje, sumó presión para que se multiplicaran los pedidos al tribunal para revisar y peritar esos originales. Pero parece ser que a los jueces Germán Castelli, Enrique Méndez Signori y Fernando Canero no les interesa investigar porque, sistemáticamente, denegaron el acceso a esa prueba fundamental y básica para la acusación y, sobre todo, para la defensa de los imputados.

Justamente Castelli es uno de los jueces cuya continuidad en el tribunal está cuestionada puesto que fue trasladado allí por decreto del ex presidente Mauricio Macri desde un tribunal de similar jerarquía pero de la provincia de Buenos Aires. El magistrado es parte del conjunto de casos similares, incluidos los polémicos Leopoldo Bruglia y Pablo Bertuzzi, demorados desde hace un año y medio en la Corte Suprema.

En las últimas horas, el tribunal de Casatelli rechazó un pedido del empresario Juan Carlos Lascurain, ex presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA) entre 2008 y 2010, quien requirió a través de su abogado el acceso a los supuestos originales de los cuadernos. 

“Agréguese la presentación efectuada por la defensa de Juan Carlos Lascurain, y a lo peticionado corresponde hacer notar que, tal como ya se hiciera saber, el Tribunal arbitró los medios necesarios para obtener fotografías digitales de alta definición de la documentación remitida con fecha 25 de octubre de 2019 por el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal N° 11, teniendo en miras, entre otras, la garantía de defensa en juicio, invocada por la parte, que no sólo asiste a Lascurain sino a los restantes cuarenta y cuatro imputados”, se excusó el TOF 7. 

Las fotografías de alta definición no son los originales, claramente.  En una fotografía no pueden determinarse la antigüedad del papel, o de la tinta, o la continuidad de la grafía, entre otros aspectos determinantes. Y saber cuándo fueron escritos los cuadernos es fundamental para determinar si se trata de una causa por hechos de corrupción o de una operación de inteligencia.

Vale recordar, para entender la magnitud de la necesidad de la pericia y de la impericia de la negativa de los jueces, que el propio Centeno pidió ver los cuadernos, ya quee insiste en que los quemó. También a él le dijeron que no.

O sea que Centeno escribió textos pero no sabe si los cuadernos que los jueces y fiscales toman como verdaderos son los que dice haber escrito a lo largo de los años. ¿Son otros? ¿Alguien los rescató indemnes del fuego y el ex chofer no se enteró? ¿Es él también una víctima de una operación de la que echaron mano y ahora teme ser parte del descarte? ¿Por qué las defensas no puede acceder a una pericia cuidada por el propio tribunal que determine autenticidad y eventuales irregularidades?