31.08.2022 / Medios y política

Morales Solá le bajó línea a JXC en La Nación: "Liderazgo que termine con los librepensadores"

Ante la escalada de internas en JXC, el editorialista tituló un artículo "Miserias opositoras a un paso del abismo". Allí, pidió "de manera urgente un liderazgo y un discurso común", cuestionó la pelea Larreta-Bullrich y destrozó a Ritondo, Pichetto, Morales y Manes, pero hizo un guiño a Macri y Santilli.




Joaquín Morales Solá sorprendió, depende para qué tipo de audiencia, a los lectores de La Nación, donde escribe sus editoriales, con una columna en la que critica con dureza a Juntos por el Cambio y, específicamente, les achaca una falta de "liderazgo que termine con los librepensadores".

"Miserias opositoras a un paso del abismo", se titula el artículo que el también periodista de TN sintetizó en el diario "tribuna de doctrina", en el cual es inevitable leer una contundente bajada de línea de los formadores de opinión de estos medios para con los referentes de la principal coalición opositora.

En concreto, ya en la bajada Morales Solá especifica cuáles son, a su juicio, los problema de Juntos por el Cambio y qué debe hacer. "Está necesitando, casi de manera urgente, un liderazgo y un discurso común que termine con los librepensadores", reclama. 

Para el columnista, los referentes de ese espacio, de los cuales varios son "presidenciables", cometen esos errores porque están "convencidos de que la próxima presidencia será de Juntos por el Cambio y que quien se abra paso a los codazos con más decisión se hará con el poder".

"Uno de los más frecuentes errores de los políticos es, precisamente, creer que pueden escribir la historia antes de que esta suceda. O suponer, en un arrebato de excitación, que las elecciones están ganadas de antemano. Cometen graves errores políticos", les recomienda. 

Luego, ahonda en este diagnóstico y profundiza sus críticas contra el Gobierno nacional, con reclamos a Cristina Kirchner por el "escándalo sin límites ni medidas de su alegato" en la causa Vialidad y las manifestaciones de apoyo popular frente a su casa, pero también se mete con Sergio Massa y, de forma extraña habida cuenta de su mirada económica, le reclama por el "ajuste" que el ministro estaría llevando a cabo. 



Sin embargo, luego retoma el reparto de culpas en la oposición y ahí llega el centro de su escrito. "El cuestionamiento social cubre también a los dirigentes de la oposición. La mayoría de estos ha caído en la consideración social. ¿De qué sirven esos opositores, parecen decir vastos sectores sociales, si solo se miran entre ellos?", se pregunta. 

Y luego, arremete en un reparto de responsabilidades que incluye cuestionamientos moderados contra Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich; destructivos comentarios respecto de Miguel Ángel Pichetto, Cristian Ritondo, Gerardo Morales y Facundo Manes; y elogios para Mauricio Macri y Diego Santilli


LARRETA Y BULLRICH

Para La Nación y su editorial, la presidenta del PRO y precandidata presidencial "arremetió contra el jefe del gobierno porteño y también precandidato presidencial, Horacio Rodríguez Larreta, a quien acusó indirectamente (aunque también claramente) de débil y zigzagueante".

Morales Solá diferenció y justificó la trifulca en que "Bullrich está observando en el balcón de la política", mientras que Rodríguez Larreta "está en la conducción personal de un conflicto peligroso y atípico" porque "los seguidores de la vicepresidenta sienten que la bendición de ella los coloca por encima de las autoridades locales".

Según el periodista, "sus aliados de Juntos por el Cambio" deberían "rodearlo más allá de las especulaciones electoralistas", lo cual es una crítica velada a Bullrich, pero acto seguido le tira un centro a la ex ministra de Seguridad al decir que "a veces con razón, sean críticos de sus decisiones sobre el conflicto en Recoleta".

Larreta, según Morales Solá, "debe establecer dónde está el límite, muchas veces muy restringido, entre la represión y la posibilidad de una muerte" y "moverse entre esas contradicciones, en ese mundo donde nada es como parece", por lo que "no es el momento de que sus propios aliados los chicaneen con pobres operaciones mediáticas".


FUEGO PARA PICHETTO, RITONDO, MORALES Y MANES

A Miguel Pichetto lo destrozó por su opinión acerca de que la figura de asociación ilícita en el caso de Vialidad, aunque en realidad en todos, es que es imposible que "un gobierno se constituya en asociación ilícita".

Sintéticamente, el periodista lo ataca con política. "Su argumento fue el mismo que flamea el oficialismo", sostuvo Morales Solá. Para justificarlo, a contramano de los términos del propio fiscal, sotuvo que Diego Luciani "nunca acusó de asociación ilícita a un gobierno, sino solo a cuatro funcionarios: Cristina Kirchner, Julio De Vido, José López y Nelson Periotti, exdirector de Vialidad durante los 12 años de los gobiernos de los dos Kirchner".

Y remató: "¿Leyó Pichetto las 3 toneladas que pesa el expediente de la causa de Vialidad? Seguramente, no. Nadie puede desconocer la honestidad intelectual del exsenador y actual miembro de la Auditoría General de la Nación en nombre de la oposición".

Pero en ese punto le pegó más duro, al recordar que Pichetto sostenía - en palabras de Morales Solá - refiriéndose a Cristina que "los expresidentes no deberían ser juzgados, que deberían gozar, en los hechos, de una especie de inimputabilidad penal por el solo hecho de haber ejercido la primera magistratura de la nación".

"Era un error, que respondía más a su temor de que personas como Cristina Kirchner, que no reconocen los márgenes de la ley, terminen agrediendo el orden democrático en nombre de sus intereses personales. El temor es también un error", concluyó, y le achacó que "el problema de la llamada derecha, que encarna las ideas y la posiciones liberales, ortodoxas y modernas, es cuando se muestra indiferente ante la corrupción". 



Con Ritondo, Moralés Solá fue menos generoso aún. Recordó cómo Carrió denunció recientemente que varios dirigentes de la coalición opositora tienen "relaciones poco claras con el submundo de la política" y citó también los dichos de la jueza federal Sandra Arroyo Salgado, ex esposa del fiscal Alberto Nisman, y la relación entre el ex ministro de Seguridad de María Eugenia Vidal y la defensa de narcotraficantes

"Se destacó la referencia que (Carrió) hizo al actual diputado nacional y exministro de Seguridad bonaerense Cristian Ritondo. Ritondo tuvo como jefe de su gabinete, cuando fue ministro, a Marcelo Rocchetti, un abogado penalista que ahora es defensor de un fiscal, Claudio Scapolán, acusado de vínculos con el narcotráficos", afirmó Morales Solá. 

Para que no queden dudas, el periodista reveló que "nadie en la Justicia defiende a Scapolán", que "casi todos lo magistrados coinciden en que es culpable de las delitos de los que se lo acusa", y contó que, además,"Rocchetti es también abogado de Rafael Di Zeo, un histórico líder de la violenta barrabrava de Boca". 



A los radicales Morales y Manes, por su parte, les tiró dinamita. Al "neurólogo", como lo llamó antes que diputado nacional, le recordó haber sido el "único de Juntos por el Cambio que no firmó el pedido de juicio político al Presidente" por sus dichos sobre Luciani y Nisman. Cabe hacerle saber a Morales Solá que nunca pudo haber adherido a esa iniciativa porque no entran todas las firmas y que, en cambio, quiso referirse a un apoyo explícito.

Tras criticar a Alberto Fernández por considerar que Nisman se suicidós y no haber "eludido" el tema, Morales Solá advirtió que "es casi imposible que el juicio político al Presidente prospere" pero que Manes debió acompañarlo porque "es un llamado de atención severo al comportamiento público con la Justicia" del mandatario.

Allí también le llegó el turno al presidente de la UCR. "Lo mismo hizo el gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, quien se pronunció en los mismos términos de disidencia de Manes. ¿Tenía que disentir en público? ¿Qué lo obligaba a mostrar otra fisura en Juntos por el Cambio? Morales es también un precandidato presidencial que compite públicamente con Rodríguez Larreta y con Mauricio Macri".


MACRI Y SANTILLI, APROBADOS

Sobre Macri, habitual invitado, cuando da notas, al programa de Morales Solá en TN, fue escueto pero elogioso. "Es el único de los líderes de Juntos por el Cambio que prefiere callar cuando se trata de cuestiones internas", le reconoció al ex presidente, es decir, tiene la cualidad de no hablar de los escándalos internos, logro llamativo habida cuenta de que no es algo que se le reconozca positivo a los dirigentes peronistas.

"Calla en público, porque está muy activo en las gestiones para acercar posiciones entre sus aliados", añadió sobre Macri, aunque matizó con JXC "está necesitando, casi de manera urgente, un liderazgo y un discurso común, que termine con los librepensadores", en una suerte de reclamo para que el ex presidente asuma ese rol, es decir, se reconozca candidato presidencial 2023. 

Sobre Santilli, el elogio de Morales Solá llegó forzado, casi como a medida. Es que cuando terminó de enterrar a Ritondo, precandidato a gobernador bonaerense de la mano de Macri y de Vidal, incluyó la comparación entre los diputados nacionales, metió encuestas en el medio y le marcó a JXC qué estrategia electoral debería ejecutar en 2023 para la provincia de Buenos Aires.

"El lugar que (quiere Ritondo) ya estaba ocupado por Diego Santilli, quien es el candidato que mejor mide en todas las encuestas para gobernar ese decisivo distrito. Otra pelea innecesaria", remarcó el editorialista de La Nación.

Para Morales Solá, "si Santilli es el que mejor mide, toda la coalición opositora debería estar cerca de él" ya que "Axel Kicillof no está muerto, al revés de los dirigentes nacionales de su facción política".

El periodista advirtió que Kicillof "tiene una imagen negativa alta, pero en la provincia eso no importa porque no hay ballottage" y que eso lleva a que "gana la gobernación quien saca un voto más que el resto".

"La imagen positiva de Kicillof está debajo de la Santilli, pero demasiado cerca de la de este. Además, Kicillof cuenta con los recursos del Estado provincial y también del nacional, porque el proyecto de Cristina Kirchner es seguir controlando la monumental y díscola Buenos Aires cuando pierda el poder nacional. Un eventual gobierno nacional de Juntos por el Cambio con Kicillof gobernando la provincia de Buenos Aires sería un infierno para el gobierno federal y para el país. Esa es la perspectiva que debería prevalecer en la actual coalición opositora, más allá de los alineamientos internos, que poco importan a estas alturas", sintetizó como recomendación para JXC, disparo para Ritondo y gesto para Santilli.