En medio de su pelea con los gobernadores y la propuesta de una rebelión fiscal, empeora la imagen del presidente Javier Milei y las miradas apuntan contra el mandatario por la crisis económica, de acuerdo a una nueva encuesta de Zuban-Córdoba.
El informe titulado “
La economía en la era Milei” fue realizado entre los días 7 y 9 de marzo pasado, sobre una base de 1500 casos de personas mayores de 16 años en todo el país, y arrojó que
el Presidente tiene ya 57,3% de imagen negativa y tan solo 42% de positiva, lo que arroja un diferencial de menos 15. En comparación, cuando sólo había transcurrido un trimestre de sus respectivas gestiones, Alberto Fernández tenía 80 a su favor y Mauricio Macri 60.
En ese sentido,
el 55,4% de los entrevistados cree que el país va en la dirección equivocada, frente al 42,4% que piensa que la dirección de Milei es correcta. Con solo tres meses de gestión, los números deberían ser preocupantes para el oficialismo al mirar que la tendencia se invirtió respecto de diciembre pasado. En ese entonces, el 54,3% creía en el rumbo marcado por el libertario y el 43,5% descreía. La confianza cayó 12 puntos en este tiempo, a razón de 4 por mes.
Uno de los factores que tiran abajo la imagen de Milei es la microeconomía, frente a sus medidas de ajuste y regulación que afectan día a día el bolsillo.
La encuesta reveló que casi un 70% afirma no saber que más ajustar para llegar a fin de mes. Las salidas a comer afuera junto al cine y los recitales aparecen como los primeros gastos que las personas comenzaron a recortar en los últimos meses. Mientras que
un 53% tiene miedo de quedarse sin trabajo.
“Si nos alejamos de la cuestión económica, aparecen otros indicadores que dan algo de oxígeno al gobierno. Su núcleo de apoyo sigue por arriba de los 40 puntos, cuestiones más bien simbólicas como la prohibición del lenguaje inclusivo o el cierre del INADI cosechan apoyos, a la vez que también chocan con segmentos importantes de la sociedad”, señaló el informe de Zubán-Córdoba que al mismo tiempo advirtió: “Sin embargo, tenemos la experiencia de gobiernos anteriores:
la agenda simbólica permite fidelizar apoyos pero se vuelve contraproducente si la economía no acompaña”.
Respecto a su situación económica particular,
el 36,5% de los encuestados considera que dentro de un año estará mal, el 14,6% igual de mal, mientras que el 32,7% considera que podría estar bien, sólo el 8,7% piensa que estará igual de bien. Al consultarles si su economía personal está mejor o peor desde que asumió Milei el 69,8% de los encuestados respondió que peor.
Al tiempo que el
71,6% de los encuestados está de acuerdo con la frase “mi situación económica empeoró desde que Milei es presidente”. Pero si se pregunta a la inversa, frente a la afirmación "mi economía mejoró con Milei", el desacuerdo alcanza los 80 puntos.
De los encuestados, el 45,1% cree que la situación económica del país dentro de un año, el 13,7% cree que estará igual de mal, mientras que un 34,7% opina que estará bien.
Consultados por quién es más
responsable por la mala situación económica del país el 51,7% señala a la gestión de Milei y su ministro de Economía Luis “Toto” Caputo, mientras que el 46% se lo adjudica a la gestión anterior. En ese marco, de todos los funcionarios y dirigentes medidos en la encuest
a, la peor imagen es la de Caputo, con 60 de negativa y sólo 26 puntos de imagen positiva, un diferencial de -24.
Consultados sobre quien paga el ajuste,
un 88% dice estar de acuerdo con que "lo estamos pagando todos", una muestra contundente que indica que la idea que el costo esté sobre la casta está perdiendo fuerza. Asimismo el 71% afirma que "no lo está pagando la política".
LA CRUZADA CONTRA LOS GOBERNADORES HUNDE MÁS A MILEI
La apuesta de Milei, de descargar la responsabilidad del ajuste sobre “la casta” que componen los gobernadores, en términos políticos y simbólicos, no parece funcionar.
"La mayor parte de los gobernadores tienen en sus provincias más imagen positiva que el Presidente. Y nuestro último estudio muestra que la gente espera que sus gobernadores confronten con el Presidente si el gobierno nacional intenta recortar sus recursos", apunta la consultora.
En efecto,
el 61,8% de los encuestados afirman que su gobernador debe defender su provincia aunque tenga que enfrentar al Presidente frente a 35,9% que prefiere la inversa: ayudar aunque implique que la provincia pierda recursos.