"ME ESCRIBIÓ TAIANO A MI CELULAR. LO HAGO PÚBLICO. ¿PARA ESTO TIENE TIEMPO?", había dicho Gregorio Dalbón previamente.
El conflicto comenzó cuando el fiscal Taiano envió un mensaje a Dalbón, expresando su malestar por lo que consideró una "campaña mediática" en su contra y la supuesta implicación de su familia en las críticas. "Buen día, Dr. Dalbón. Continuamos con la campaña mediática en contra de mi trabajo y volvió a involucrar a mi familia. Si no está de acuerdo con mi trabajo, tiene las herramientas procesales para poder avanzar en la causa. Le mando un abrazo", escribió el fiscal.
Dalbón respondió con dureza, acusando a Taiano de intentar amedrentarlo y defendiendo su rol como denunciante en la causa.
"Buenos días, Dr. Taiano. Usted sabe que yo, como denunciante, no puedo recusarlo en la causa por la estafa cripto. Mis herramientas son recordárselo a usted y a la sociedad", replicó el abogado, añadiendo que cualquier otro colega podría haberse asustado ante un mensaje de ese tipo, pero que él no. Además, Dalbón aprovechó para lanzar una crítica al fiscal sobre otra causa pendiente que involucra a una niña de 10 años, indicando que esa investigación parecía estar "planchada".
Momentos más tarde, Taiano minimizó las acusaciones de Dalbón y sugirió que la causa mencionada por el abogado podría avanzar más rápido si aportaba documentación relevante.
"No está planchada, pero se agilizaría si usted aportara el certificado médico donde fue tratada la menor. Es una sugerencia; usted es querellante. Lo dejo porque estoy muy ocupado", contestó el fiscal, lo que no calmó las tensiones.
Dalbón, por su parte, insistió en que nunca se le había requerido documentación formalmente y recordó que el fiscal tiene la facultad de solicitarla directamente a las entidades de salud correspondientes. "Nunca se nos requirió ningún tipo de documentación, ni a través del expediente, ni en las diversas oportunidades en las que me he presentado ante su Fiscalía", respondió el abogado.