05.05.2025 / ¿BAJA LA NAFTA?

Otra señal de alivio: el barril cae por debajo de los USD 8239;60 y vuelve a abrir la discusión sobre el precio de la nafta



La decisión de la OPEP de adelantar el incremento de su producción hunde el Brent a US$ 58,41 y el WTI a US$ 55,30; el Gobierno cuenta con el antecedente de la rebaja de 4 % que YPF aplicó a comienzos de mayo para exigir una nueva baja a las petroleras privadas.







El arranque de la semana mostró un desplome del 5 % en los mercados internacionales: el Brent tocó los US$ 58,41 y luego orbitó en torno a US$ 59,60, mientras el WTI cedió hasta los US$ 55,30 antes de recortar pérdidas a US$ 56,52. El derrumbe refleja la respiración de los surtidores argentinos: cuanto más barato el crudo, más argumentos posee la Casa Rosada para reclamar un traslado inmediato a los surtidores.

El golpe bajista surgió de Viena. La Organización de Países Exportadores de Petróleo resolvió sumar 411 mil barriles diarios desde junio —el triple de lo previsto— con el argumento de “en vista de los sólidos fundamentos actuales del mercado, reflejados en los bajos inventarios de petróleo” y alineó a Arabia Saudita, Rusia y otros ocho socios en la maniobra que inundará la oferta y empuja los valores a la baja. 

En territorio local, la referencia es directa: cuando el Brent aflojó durante abril, YPF encabezó un recorte promedio del 4 % en naftas y gasoil. Shell y Axion siguieron el movimiento días después, lo que alivió bolsillos e inflación. Economía observa la curva actual y prepara el nuevo pedido mientras la oposición libertaria insiste en “dejar que el mercado actúe” y en desmontar cualquier política de precios. 

El ajuste de la OPEP llega paralelo a negociaciones paritarias sensibles y a la pulseada por el impuesto a los combustibles que Economía posterga para contener la inflación. Si el Brent se estabiliza debajo de los US$ 60, los técnicos de la Secretaría de Energía calculan un margen de caída adicional de entre 3 % y 5 % en el surtidor, siempre que las refinadoras no retengan la renta cambiaria. 

Algunos sectores advierten que ceder los resortes regulatorios dejaría la suerte de la nafta atada al humor de las multinacionales. El antecedente reciente demuestra que la intervención estatal tumbó precios cuando el Brent bajó. Con el crudo nuevamente en mínimos, el Gobierno encuentra razones para insistir en el sendero regulatorio y evitar que la rebaja se quede en los balances de las petroleras.