22.05.2025 / CRISIS

Tras la apertura económica, cerraron más de 11.000 Pymes y crecen las ventas de maquinaria para sobrevivir

La desregulación impulsada por el Gobierno aceleró el ingreso de productos importados, debilitó el tejido industrial y llevó a miles de pymes al límite. La producción cayó 10% en el primer trimestre y las pérdidas de empleo formal se extienden.





Por medio del Boletín Oficial, el Gobierno nacional publicó esta semana una nueva tanda de resoluciones que recortan iniciativas destinadas a promover el desarrollo de las pequeñas y medianas empresas. La medida se encuadra dentro del plan de ajuste del gasto público, y se justifica por parte del Ejecutivo como una forma de reducir intervenciones que, según el diagnóstico oficial, distorsionan el mercado y generan asignaciones ineficientes.

Los programas eliminados estaban orientados a facilitar el acceso al crédito, fomentar la innovación tecnológica, ofrecer asistencia técnica y promover la competitividad de las pymes en distintos sectores. Su cancelación se produce en un contexto económico marcado por una caída de la actividad industrial y una creciente presión externa por el avance de productos importados, lo que deja a muchas empresas locales en situación de vulnerabilidad.

El impacto de estas políticas ya se refleja en los números. En los últimos 12 meses, más de 11.900 empresas dejaron de operar en el país. De ese total, más de mil pertenecían al rubro manufacturero, uno de los más golpeados por la apertura comercial. Estas cifras surgen de registros oficiales y muestran con claridad el debilitamiento del tejido productivo nacional.

El fenómeno se agudiza con el crecimiento de las importaciones. Solo en abril, las compras al exterior superaron los 6.400 millones de dólares, lo que representa un aumento interanual superior al 37%. Este comportamiento se mantuvo durante todo el primer trimestre, con una suba acumulada cercana al 35% en comparación con el mismo período del año anterior.

La producción industrial no logra recuperar terreno. Durante el primer trimestre del año, el nivel de actividad fue un 10% menor al registrado en igual período de 2023. La caída en la demanda interna, sumada al ingreso de productos más baratos del exterior, genera un escenario adverso para las pymes, que son las principales generadoras de empleo en el país.

VÍA ALTERNATIVA

Ante este panorama, muchas pequeñas empresas están recurriendo a la venta de maquinaria para generar liquidez. En el último año y medio, creció en un 50% la demanda de tasaciones de bienes de capital por parte de pymes. En la mayoría de los casos, esas tasaciones derivan en operaciones de venta efectiva, ya sea porque la empresa cierra definitivamente o porque busca reducir su estructura para seguir funcionando.

En promedio, las firmas que atraviesan este proceso emplean entre 20 y 30 personas, y poseen entre 30 y 40 máquinas. Algunas venden parte de su equipamiento inactivo, mientras que otras liquidan la totalidad de sus activos para cancelar deudas o afrontar gastos básicos. Esta situación se repite a lo largo del país y afecta principalmente a sectores como metalmecánica, electrónica, indumentaria y autopartes.