La vicepresidencia de la Nación, Victoria Villarruel, aún no se pronunció sobre la confirmación de la condena de la Corte Suprema contra Cristina Fernández de Kirchner. Sus recientes publicaciones solo remitieron al Pentecostés y al Día de la Afirmación de los Derechos Soberanos Argentinos en Malvinas, pero nada sobre el fallo que dejó a la exmandataria inhabilitada de por vida.
En ese contexto, el exsecretario de Comercio Guillermo Moreno lanzó una de sus habituales provocaciones: “¿Y si Villarruel la indulta ahora que tiene las facultades para hacerlo? Ahora es presidenta, porque Milei está en Israel”, preguntó el ex secretario de Comercio en el canal
Gelatina.
Moreno reveló también que visitó a la expresidenta luego de conocer el veredicto: “Fui a verla y la vi bien. Hablamos de economía. Este Gobierno está en una etapa de endeudamiento acelerado, donde ya no le pueden sacar más al trabajador ni al jubilado, entonces se empieza a hacer cargo el capital”, aseguró en el programa Gelatina.
La hipótesis del indulto reaviva la discusión sobre el alcance del poder de gracia presidencial, en un contexto de interna con el propio presidente
Javier Milei. Según la Constitución, Villarruel puede ejercer la presidencia de manera interina durante el viaje oficial del libertario, y con ello disponer de la facultad de conceder indultos.
De acuerdo a la carta magna de nuestro país, un vicepresidente en ejercicio del Ejecutivo (es decir, asumiendo la presidencia por ausencia, enfermedad, renuncia, etc. del Presidente) podría ejercer esta facultad. El
Artículo 88 de la Constitución Nacional establece que "En caso de enfermedad, ausencia de la Capital, muerte, renuncia o destitución del presidente, el Poder Ejecutivo será ejercido por el vicepresidente de la Nación". Al ejercer el Poder Ejecutivo, el vicepresidente asume las atribuciones del Presidente.
Hay antecedentes de indultos en Argentina, pero siempre fueron ejercidos por presidentes. Los casos más resonantes fueron los indultos otorgados por el Presidente Carlos Menem en la década de 1980 y 1990, que beneficiaron a ex miembros de las Juntas Militares y a líderes de organizaciones armadas.