La normativa no impide la circulación ni las reuniones privadas. Es decir, los bonaerenses pueden salir de sus casas, juntarse con amigos o familiares y compartir actividades en ámbitos privados. La ley no busca limitar la vida social, sino evitar que existan presiones o influencias indebidas sobre el electorado.
Sin embargo, hay restricciones que deben cumplirse estrictamente. Entre las principales se encuentra la prohibición de hacer campaña o difundir mensajes proselitistas en cualquier formato. También está vedada la realización de actos públicos de carácter político y la organización de espectáculos masivos.
Otra medida clave es la restricción a la venta de bebidas alcohólicas, que comienza a las 20 horas del día anterior a la votación y se extiende hasta tres horas después del cierre de los comicios.
El objetivo de la veda es garantizar que la jornada electoral se desarrolle con normalidad y que cada ciudadano pueda ejercer su derecho en libertad, sin presiones externas y con responsabilidad cívica.