
El presidente Javier Milei reunió este lunes a todo su gabinete luego de la derrota frente a Fuerza Patria en las elecciones bonaerenses, aunque la ausencia del titular de Economía, Luis “Toto” Caputo, llamó la atención. El funcionario tampoco estuvo en el búnker libertario la noche del domingo, pese a enviar un mensaje en redes sociales asegurando, en línea con el mandatario, que "nada va a cambiar en lo económico. Ni en lo fiscal, ni en lo monetario, ni en lo cambiario".
Sin embargo, Caputo llegó alrededor de las 11:30 junto al secretario de Finanzas, Pablo Quirno, para participar de una reunión clave con Milei y una delegación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), encabezada por el presidente de la entidad, Ilan Goldfajn. Se trata del primer encuentro del equipo económico después de la derrota electoral, en el que se analizaron mecanismos para sostener la liquidez externa y asegurar financiamiento frente a la incertidumbre política y económica.
El cimbronazo electoral ya se sintió en los mercados: el dólar minorista se vendía más de un 7% por encima del cierre del viernes, mientras que el mayorista abrió a $1.440, un 5,3% más. En paralelo, el riesgo país superaba los 1.100 puntos y las acciones argentinas caían tanto en la bolsa local como en Wall Street, reflejando la creciente incertidumbre sobre el futuro del programa económico.
El encuentro con el BID se da en un momento delicado, ya que el organismo aprobó recientemente un plan de financiamiento trianual para Argentina, con desembolsos de USD 3.000 millones en 2025 y un total de USD 10.000 millones hasta 2028. El plan incluye reformas fiscales, liberalización económica y programas de reducción de la pobreza, al tiempo que advierte sobre la fragilidad de las reservas, la falta de mayorías en el Congreso y la vulnerabilidad a shocks externos.
Pese al revés electoral y de afirmar que realizarán una gran "autocrítica" y que corregirán todo "lo que hay que corregir", tanto Milei como Caputo ratificaron que no retrocederán "ni un milímetro". Ahora, el Gobierno analiza cómo equilibrar la gestión política con la presión de los mercados, con lo cual, la asistencia del ministro en la segunda reunión será clave para definir los próximos pasos y calibrar los anuncios que permitan sostener la estabilidad.