Sica relativizó la crisis industrial y respaldó la apertura de Milei pese a la pérdida de empleo

En medio de la caída del empleo industrial y el debate por la apertura comercial, el exministro de Producción y Trabajo Dante Sica salió a respaldar el modelo económico que impulsa Javier Milei. En diálogo con Ámbito, el economista afirmó que la economía atraviesa un proceso de transición y consideró que los efectos negativos sobre la actividad responden a un “shock transitorio de expectativas”, más que a problemas estructurales del programa oficial.

En una nota para Ámbito, Sica sostuvo que el segundo año de gestión libertaria estuvo atravesado por el calendario electoral y por un contexto internacional adverso, lo que derivó en un amesetamiento de la actividad. “La economía venía con una velocidad muy buena en términos de crecimiento y recuperación”, señaló, aunque reconoció que durante el tercer trimestre se registró un freno vinculado a expectativas negativas y a una mayor dolarización de carteras.

Desde esa mirada, el exfuncionario macrista defendió la apertura económica, aun cuando los datos oficiales muestran una fuerte destrucción de empleo en la industria. “La apertura genera disrupciones temporales, pero las empresas están preparadas para competir”, afirmó, y planteó que el debate de fondo pasa por redefinir qué se entiende por política industrial en la Argentina.

En relación con la reforma laboral que impulsa el Gobierno en el Congreso, Sica consideró que existen condiciones políticas más favorables que en décadas anteriores. Aseguró que el sindicalismo ya no cuenta con la capacidad de movilización ni de bloqueo que tenía hace 30 años, lo que, a su entender, abre margen para avanzar con cambios estructurales en el mercado de trabajo.

Las definiciones del exministro se alinean con la narrativa oficial que relativiza el impacto social del ajuste y la apertura comercial, incluso en un contexto marcado por la pérdida de miles de puestos de trabajo industriales y el retroceso de la actividad. Mientras el Gobierno insiste en la competitividad futura, los costos presentes vuelven a recaer sobre el entramado productivo y el empleo.