Visitó a su familia en Miami. Antes había estado de gira por Ecuador y Venezuela con el "Puma" Rodríguez. Continuamente viaja por el globo.
Se trata de María Martha Serra Lima, que habló con la rado La Once Diez sobre la actualidad de la política nacional y también sobre el kirchnerismo.
“Lo tendremos que apoyar a Macri, que a mí me encanta, porque es la única oportunidad que tenemos de tratar de ayudar a que el país mejore y se levante”, opinó sobre el Presidente.
Luego, profundizó en su análisis sobre la situación política y económica del país con el Gobierno de Cambiemos y sorprendió con su insólita argumentación:
“A mí me gusta que es millonario y no tiene que robar; eso es lo primero”.
La cantante de boleros afirmó que Mauricio Macri piensa "muchísimas cosas" como ella y evaluó que
"personalmente es un tipo decente a muerte". Agregó que el mandatario "lo que dice lo hace" y puso, a su juicio, un ejemplo de ello: "cuando canté en el Colón me quería morir cuando vi que estaba como cuando era chica: todo remozado, con todas las láminas arregladas. No faltó detalle”.
En ese sentido, confesó una curiosa anécdota de una ocasión en que se cruzó con el ex jefe de Gobierno porteño en el histórico teatro: “Estaba él presente y le dije: ‘Usted ha cumplido con su palabra, tenemos nuestro Colón como siempre fue, uno de los mejores teatros del mundo, y
entonces por eso le digo que lo amo y que lo voto´". Y agregó que incluso eso fue cuando "todavía no estaba candidateado (a Presidente)”.
También lanzó una furiosa crítica contra el kirchnerismo y las investigaciones respecto de supuestos hechos de corrupción: “Verdaderamente me dio una vergüenza horrible que estas noticias llegaran al mundo, porque aunque después la persona común no te pregunte por Argentina, los estadistas de otros países saben perfectamente la vergüenza que ha sido lo que está apareciendo". Además, vaticinó que "van a seguir apareciendo”.
“¿Cómo se les ocurre robar tanto?", se preguntó, ya que "robar a tus compatriotas es una vergüenza, y a ellos no les da vergüenza; es increíble”.
Y culminó con un pedido de justicia: “Que Dios se los haga pagar”.
