14.10.2016 / En el Coloquio de IDEA

El “homenaje” de Esteban Bullrich a una fábula que se usa en los negocios

El ministro de Educación se "Inspiró" en una fábula que se usa en el mundo del management para graficar la diferencia entre "aportar" y "comprometerse realmente", representados por una gallina y un cerdo respectivamente. Pidió tener "el compromiso del cerdo" para la educación. Mirá el video.


“Acá arriba en el desayuno había huevos revueltos y panceta. En ese desayuno la gallina se comprometió, puso huevos. Pero el que verdaderamente se comprometió fue el cerdo, ¿no? Nosotros queremos el compromiso del cerdo en la educación”.

Así figuró Esteban Bullrich su proyecto educativo que comenzó hace ya más de diez meses en el país. La metáfora utilizada, aparentemente, no habría venido de la usina de ideas del ministro sino más bien de un mundo que bien conoce: el management.



"La fábula del cerdo y la gallina" se utiliza en el mundo de los negocios como una historia de “ficción de management”, para charlas de motivación que buscan crear verdaderos compromisos entre gerentes y CEOs de empresas, así como para fortalecer la cultura de las organizaciones. La metáfora busca graficar la diferencia entre “contribuir” con un objetivo y “comprometerse realmente” con él: la gallina sólo contribuye poniendo huevos mientras que el cerdo deja su vida para aportar la panceta.

El cuento que el ministro “homenajeó” tiene varias versiones con los mismos protagonistas: el cerdo y la gallina. En este video, por ejemplo, ambos animales deciden poner un restaurant en el que se sirvan huevos y panceta:



La versión del ministro es similar a la fábula escrita, donde cerdo y gallina planean regalarle un buen desayuno a su granjero, tal como ocurrió en el Coloquio de IDEA según Esteban Bullrich.

La fábula original:

“Una gallina y un cerdo vivían en una granja. El granjero era muy bueno con ellos y por eso ambos querían hacer algo bueno por él. Un día la gallina se acercó al cerdo y le dijo: ´tengo una gran idea para algo que podemos hacer por el granjero, ¿te gustaría ayudar?´

El cerdo, algo intrigado, dijo: ´por supuesto, ¿qué propones?´

La gallina sabía cuánto disfrutaba el granjero un buen desayuno. También sabía que tenía poco tiempo para preparárselo. “Creo que el granjero estaría muy contento si le preparamos el desayuno”.

El cerdo lo pensó. Sabía que el granjero amaría un buen desayuno. ´Me gustaría ayudarte a prepararle un desayuno al granjero! ¿Qué sugieres que le preparemos?´

La gallina, sabiendo que tenía poco para ofrecer, ´puedo proveer algunos huevos´. El cerdo sabía que el granjero quizás quisiera algo más. ´Ese es un buen comienzo. ¿Qué más podríamos prepararle? La gallina miró alrededor, se rascó la cabeza y dijo: ´¿jamón? ¡El granjero ama el jamón con huevo!´

El cerdo, tomando en cuenta lo que eso implicaba, dijo: ´eso está bien, ¡pero mientras tú contribuyes yo estaría tomando un verdadero compromiso!´”.