19.06.2017 / Corrupción
Odebrecht reconoció el pago de coimas a Iecsa por el soterramiento del Sarmiento
El arrepentido brasileño aseguró que su empresa pagó coimas en nuestro país pero que las mismas se hacían por intermediarios locales y confesó que dos ejecutivos de su empresa se reunieron en 2010 con Héctor Javier Sánchez Caballero, uno de los máximos directivos de Iecsa, la firma del primo de Mauricio Macri, Ángelo Calcaterra.
Marcelo Odebrecht dio más precisiones sobre el pago de coimas de su empresa en Argentina y uno de los puntos más oscuros es la licitación para explotar la obra de soterramiento del tren Sarmiento. Para destrabar el financiamiento de la obra se pagaron coimas en Brasil, el entonces ministro de Desenvolvimiento, Industria y Comercio Exterior brasileño, Fernando Pimentel, recibió 5 millones de dólares según confesó el ex ejecutivo de Odebrecht Joao Carlos Mariz Nogueira.
Dos ejecutivos de la división de operaciones estructuradas Mauricio Couri Ribeiro y Fernando Migliaccio, también aludieron a pagos ilegales, de manera específica por el soterramiento del Sarmiento, en mails que recuperaron los investigadores. Couri Ribeiro se juntó con Héctor Javier Sánchez Caballero, uno de los máximos directivos de Iecsa para apuntalar el pago de sobornos.
La vinculación entre Sánchez Caballero y el primo de Mauricio Macri Ángelo Calcaterra es muy fuerte, de hecho fue director titular de la constructora hasta el 16 de marzo cuando Marcelo Mindlin tomó el control de la compañía, la rebautizó bajo el nombre de Sacde (Sociedad Argentina de Construcción y Desarrollo Estratégico SA) y reemplazó todo el directorio por gente de su máxima confianza.
Sánchez Caballero continúa cerca de Calcaterra y presta servicios de asesoramiento al equipo de Mindlin mientras completan la transición pero según informó el diario La Nación niega todo tipo de vínculos con el pago de sobornos. En uno de los correos electrónicos de Couri Ribeiro -titulado "Reunión Sarmiento"- que recuperó la Policía Federal brasileña, el ejecutivo consignó la existencia de tres sumas distintas que asoció a "DGI" -eufemismo para el pago de sobornos o donaciones- por US$ 20 millones.
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